Manual para salvar Thenaisie Provote

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

La empresa ha solicitado un ERTE para intentar ganar tiempo y encontrar un comprador para sus plantas

04 jun 2020 . Actualizado a las 19:36 h.

La historia de la conservera Thenaisie Provote comenzó a escribirse en O Grove en el año 1904. Y nadie quiere que el capítulo final lleve la fecha de este aciago 2020. La firma, aquejada de un agudo problema de liquidez, entró hace unas semanas en concurso voluntario de acreedores. Sus actuales propietarios, aunque no parecen dispuestos a seguir llevando el timón de la firma, tampoco parecen apostar por su liquidación, y esperan que las cualidades de la factoría acaben despertando el interés de algún comprador. Pero necesitan tiempo. Y precisamente para ganarlo, la empresa ha solicitado, de forma consensuada con los representantes de los trabajadores, un ERTE para buena parte de su plantilla. Ese expediente temporal de regulación de empleo estaría vigente durante unas semanas, hasta que a la fábrica llegue materia prima que les permita volver a producir. Entonces, se reincorporará la mano de obra necesaria para dar salida a los pedidos que puedan recibirse.

Las trabajadoras de Thenaisie Provote se concentraron este miércoles, a mediodía, a las puertas de una factoría que están dispuestas a defender. Acompañadas por sus representantes sindicales, pretendían «enviarlle un recado á Administración», y más en concreto a la Xunta de Galicia. «Non pode haber ningún atraso burocrático na tramitación deste ERTE, ten que resolverse canto antes», aseguraba Rosa Abuín, de la Confederación Intersindical Galega. Y es que el ERTE es, en estos momentos, «unha ferramenta adecuada» para ganar tiempo para que una empresa, acosada por la sombra de la insolvencia, pueda encontrar comprador. A esa situación se llega, dicen los sindicatos, sin que la firma arrastre ningún tipo de deuda con su plantilla.

MONICA IRAGO

Parece que ya hay varias empresas interesadas en hacerse con la conservera. Al menos, así se lo ha transmitido la dirección a los sindicatos, si bien «non sabemos de quen se trata». De todas formas, explica Francisco Vilar (CC.OO.), ese interés no resultaría extraño. La factoría de O Grove, pese a toda la historia que arrastra tras de sí, ha sabido adaptarse a los tiempos, lo que se traduce en que la planta sea moderna y funcional. No solo eso: las instalaciones están preparadas para el procesado de diversos tipos de marisco, una actividad en la que son auténticas expertas las más de ochenta trabajadoras que forman la plantilla de la empresa grovense.

A ellas hay que sumar los trabajadores de la planta logística de Mos, con la que se completa un equipo de 125 personas. Salvar sus puestos de trabajo y a la empresa que los sustenta se ha convertido en una urgencia para la CIG y CC.OO., que señalan que en un momento como el que atravesamos resulta impensable dejar caer un negocio «que ten futuro». De ahí, el llamamiento a la Administración para que allane el camino de salida para Thenaisie Provote.

La paradoja de una firma que tiene pedidos pero carece de liquidez para poder atenderlos

En estos momentos, la actividad en la nave de Thenaisie Provote en Rons (O Grove) está bajo mínimos. Y no porque no haya pedidos, sino porque la empresa carece de medios para poder hacer frente a los mismos. El problema de liquidez que ha empujado a la dirección a solicitar el concurso de acreedores se traduce en la incapacidad para adquirir la materia prima necesaria con la que llenar las latas de conserva. De ahí, la decisión de recurrir a un ERTE. Un expediente que tiene algo de paradoja: la crisis del covid-19 ha obligado a la mayoría de las conserveras a trabajar a destajo para hacer frente a una inusitada demanda del mercado. Y en ese contexto, Thenaisie Provote no puede actuar.

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Los sindicatos consideran que la situación es reversible, aunque todo va a depender de cómo evolucione el proceso concursal que está en marcha. Destacan que dependerá de los administradores determinar si la firma es viable o no, y confían en que lleguen a la misma conclusión que la dirección de la empresa y que las propias trabajadoras. Confían en que el proceso se haga sin perder de vista la necesidad de defender todos y cada uno de los puestos de trabajo que existen en la comarca. Y esperan que, puestos a buscar comprador, se prioricen aquellas ofertas que garanticen la continuidad de la plantilla. El tiempo dirá si sus planteamientos son, o no, atendidos.