Fiebre en O Salnés por la compra de décimos para la Lotería de Navidad

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

O Grove es la única localidad de la comarca en la que cayó el Gordo

25 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Todos guardamos en la memoria lo que sucedió en diciembre de 1998. Nada menos que 7.200 millones de pesetas cayeron por toda la comarca. Un número feo, el 07308, que desde la administración de Carril se repartió por todo O Salnés, pero que, a pesar de la enorme cantidad de dinero, no correspondió al Gordo, sino al segundo premio. Porque del primero no se han tenido noticias por aquí hasta el año pasado, cuando el despacho A Centola Dourada repartió cuatro millones de euros con el 72897.

En realidad, el Gordo de la Lotería Navidad siempre se ha mostrado esquivo por estos lares. Ya no solo con la comarca de O Salnés sino con toda la provincia de Pontevedra en general. Y eso porque ahora el abanico de posibilidades se ha abierto con la posibilidad de escoger el número a través de la venta electrónica, porque durante el pasado siglo el primer premio solo cayó en una ocasión en Vigo (año 1974) y Pontevedra (1986). Últimamente la cosa ha ido mejor, cierto es que en cantidades más pequeñas que antes porque en ocasiones se circunscriben a décimos sueltos. De tal forma que en lo que va de siglo cayó en O Rosal (año 2013) y sobre todo destaca lo que sucedió en el 2018 cuando tocó en Pontevedra, Bueu, A Estrada, O Porriño, Poio, Redondela, Sanxenxo y Vigo. Además, el año pasado, al margen de los cuatro millones de O Grove, también la fortuna cayó en O Porriño y en Vigo.

Pese a esa timidez en el paseo de la fortuna por O Salnés, lo cierto es que la fiebre por la compra de lotería en busca de una alegría navideña no se ha constreñido en los últimos años. Más bien al contrario. Las colas ante las administraciones de la comarca siguen siendo moneda común. Lo fueron durante el verano, cuando la presencia de turistas hace que las administraciones ya pongan a la venta los décimos desde el primer mes de julio, y cuando ya se atisbaba que este año iba a ser excepcional en cuanto a ventas. En agosto, la diferencia de lo vendido en algunas administraciones arousanas superaba ya el 80% con respecto al año anterior. Y esa dinámica se ha mantenido. Ya con la afluencia de visitantes más contenida llega el momento de que sean los nativos los que se agolpen ante las ventanillas de las administraciones. Y ojo, que según apuntan algunos loteros, la fiebre no concluirá en diciembre porque comienza a ser complicado encontrar ya algunas terminaciones para el sorteo del Niño. En Navidad, como cifra final el cinco ha sido el número que más veces resultó premiado, pero nunca acabó el Gordo en 25.

Manuel Rodríguez, de A Centola Dourada: «Levamos sen terminacións en sete dende hai un mes; e sen cincos dende hai quince días»

Una enorme cola se agolpaba a las puertas de la administración A Centola Dourada a media mañana de ayer. Entre los que esperan, una excursión de jubilados sevillanos que, aprovechando sus vacaciones gallegas, han ido a probar suerte. Nada raro porque, asegura el administrador Manuel Rodríguez, que este año está siendo una locura en cuanto a ventas. 

Ha cogido fama el despacho grovense y con razón porque en el 2019 allí se vendieron décimos agraciados con el tercer premio en el sorteo de Navidad y el año pasado tocó nada menos que el Gordo navideño. Si a ello le añadimos una primitiva en julio de algo más de un millón de euros, la ecuación es perfecta. «Axuda, claro que axuda», asegura Manuel acerca de la racha de éxitos que le acompaña.

Las ventas de A Centola Dourada son mejores ya no que las del año pasado, normal teniendo en cuenta que estábamos en lo más crudo de la pandemia, sino también con respecto al 2019. Y es algo que ha detectado también entre los bares y los clubes, que este año están vendiendo más que nunca. «Levamos se terminacións en sete dende hai un mes; e sen cincos dende hai quince día», explica Manuel, que sostiene que la fiebre por la lotería de estas Navidades es extraordinaria y no solo en O Grove. Aunque a él, insiste, no le está yendo nada mal. Lo del siete es algo de toda la vida, y en la Centola Dourada todavía tiene más sentido porque fue el 72897 el que repartió allí cuatro millones del Gordo del año pasado. Este año ese número volvió a estar a disposición de los clientes y hubo quien lo pidió expresamente. «Sería raro que tocara outra vez, pero quen sabe», aventura Manuel.

Él también juega a la Lotería de Navidad, confiesa, y, aunque dice que lo que le hace verdadera ilusión es repartir premios entre sus clientes, si él fuera tan afortunado como la persona que se llevó la primitiva del millón seiscientos mil se retiraba sin ninguna duda. Bueno, en realidad, aquella mujer ya es exclienta porque en cuanto le tocó la primitiva dejó de jugar. «Era das que sempre dicía que nunca daba un premio. E mira ti», bromea.