Un burro de bronce revolcándose en lodo pone en valor el termalismo de A Toxa

leticia castro O GROVE / LA VOZ

AROUSA

LETICIA CASTRO

La presidenta de la Diputación de Pontevedra y el alcalde de O Grove inauguraron la figura que es un símbolo de la historia de la isla

21 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un burro de bronce se revuelca desde ayer en A Toxa, haciendo la función de homenaje a la leyenda sobre las aguas termales de la isla. Lo hace gracias a una figura, creada por el escultor Lucas Míguez, y por iniciativa de la Diputación de Pontevedra y el Concello de O Grove, para poner en valor un pedazo de la historia meca que aparece en los libros de literatura, «un desexo que Emilia Pardo Bazán vería hoxe cumprido», señalaba la presidenta del ente provincial, Carmela Silva, antes de destaparla.

La célebre escritora gallega, considerada una de las mejores novelistas españolas del siglo XIX, difundió en 1899 un relato que hablaba de un asno enfermo al que su dueño, ante la idea de sacrificarlo, abandonó a su suerte en la isla de A Toxa. Pero el animal casi de manera milagrosa, acabó sanando de sus heridas después de bañarse en los fangos de las aguas termales del lugar. La curiosa crónica fue publicada en la revista Ilustración Artística, y aquella leyenda sirvió desde entonces para vender las virtudes de las aguas termales de la isla. Un gran reclamo turístico que sirve para encandilar a los visitantes a la localidad y que a menudo es narrado también en las rutas que realizan los catamaranes del puerto. 

El burro se convierte, de esta forma, en un símbolo físico para la isla y para los habitantes de O Grove, ubicado en una de las zonas más visitadas, a escasos metros de la Capela das Cunchas  «e nun marabilloso xardín», decía Carmela Silva, que aprovechó para pedir a la propiedad que haga un esfuerzo «para que poida lucir nas mellores condicións», subrayaba la presidenta.

El alma máter de tan importante proyecto no es otro que el historiador local Francisco Meis. Cuestión que el alcalde, José Cacabelos, quiso destacar al comienzo de su intervención, «pois é o que nos move a moitos de nós a facer actos como o de hoxe», explicaba.

La localización del asno de bronce no es baladí, pues se encuentra a doscientos metros «dos pozos e mananciais que identifican á illa da Toxa», indicaba el regidor, que, según dice. «teñen fama internacional». El origen de la leyenda, tal y como explicaba también Meis, tiene un detonante real demostrado, «pois aquí preto vivía unha familia que soltou a un burro xunto ás fallas termais que levan aí centos de anos», aseguraba. La más importante de ellas es la burga, que se encuentra dentro del balneario. De esta manera, el burro abrió las puertas a que la isla se convirtiese en el motor turístico de la península meca en el siglo XX. De ahí su importancia. La postura de la escultura hace, precisamente hincapié en ello, en la curación gracias a los lodos, «e foi unha suxerencia dun bo amigo, Fontoira, que tamén está por aquí», agradeció el historiador.

El acto, que tuvo lugar a escasos metros de la Capela das Cunchas, reunió en la isla a numerosos vecinos, conocidos hosteleros y a varios de los residentes de la isla. Nadie quiso perderse, el histórico momento que pone el foco no solo en la historia, «senón tamén na cultura», señalaba Cacabelos, haciendo referencia a algunas de las leyendas más destacadas de O Grove, «e da capacidade do ser humano para crear historias e transmitilas». Terminó la inauguración asegurando que ese tipo de historias son «as que dan alma ás vilas e pobos, e esa é a importancia do acto que hoxe celebramos».