El Picu y Estefanía, tres décadas bailando las espadas en Carril: «Cada 25 de julio siento que mi abuelo me coge la mano»

Raquel Cocaño / S. G. VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Dos auténticos veteranos de la farsa carrilexa explican los entresijos de una tradición que se danza esta tarde y se remota a 1666

25 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Una ceremonia que se remonta al año 1666; un baile conocido como la farsa carrilexa en la que la posición de todos los integrantes cobra importancia y sentido al analizarla: tres filas de bailarines en cuyas cabezas hay una espada, entrecruzándose con las de los lados. Además, los colores de los fajines de los del exterior es rojo, mientras que los del interior portan uno amarillo, reflejando bandera de España. Así lo recuerdan desde hace décadas dos de los bailarines más veteranos de esta danza de las espadas: Javier Núñez, el Picu, y Estefanía Camino. Ambos llevan perpetuando la tradición desde hace 31 y 33 años, respectivamente.

Los dos coinciden en lo que, para ellos, es intrínseco en la sangre de un danzante: el sentimiento. «No he faltado a ninguna de las procesiones que se han hecho desde que empecé; he ido de manera ininterrumpida, y es que se trata de una tradición familiar, de mis padres y de mis tíos. Ya es un sentimiento», asegura Javier. Estefanía, por su parte, coincide: «Para mí el baile supone algo muy especial. El hecho de que una tradición esté tan arraigada en una cultura popular me parece algo precioso. Al final se transforma en un sentimiento».

Y es que en el caso de esta mujer, quien empezó su trayectoria como bailarina de la danza de las espadas con siete años, la motivación para realizarlo año tras año es su abuelo, aunque asegura que cada uno de ellos tiene su propio aliciente: «En mi caso, esa motivación es mi abuelo, Pepe Longa. Es ponerme a bailar cada 25 de julio y sentir como si me cogiese de la mano; sentir que no me suelta».

Una tradición para Carril que ha ido evolucionando: «Cuando era pequeño, era distinto. Los más pequeños formaban parte del grupo, pero no bailaban. El director decidía cuándo era momento para que lo hiciesen. Ahora no pasa eso porque se perdió», afirma el Picu. Estefanía, recordando el baile cuando era pequeña, explica la disposición de las filas: «Las dos filas exteriores estaban compuestas por hombres; la del interior por mujeres. Y era algo totalmente casual».

31 y 33 años bailando. El Picu y Estefanía viven cada fiesta del Apóstol como nunca, organizando y preparando el baile con tiempo para que todo salga bien. Este año, la danza de espadas, con cita a las 19.30 horas para todos los que la quieran ver, continuará con la tradición de las tres filas de bailarines con sus fajines rojos y amarillos, empuñando una espada cada una de las hileras. Además, la cruz que llevan todos también es roja.

Tres días de festa en Carril bañados de tradición e música para todas as idades

As festas do Santiago Apóstolo —24, 25 e 26 de xullo— xa son coñecidas por todos os veciños de Carril. Este ano, a festividade deu comezo onte cunha salva de bombas ao ritmo de gaitas ás 11 horas da mañá. Foi a esta hora tamén cando se comezou coas charangas Noroeste e Mil-9, que seguiron ata a tarde, cando se deu a procesión dos Xigantes e Cabezudos ás 19. O día rematou co grupo La Banda de Ayer e Assia, ás 23.

Hoxe, pola súa parte, ás 11 vaise producir outra tirada de bombas, acompañada de música da banda de Vilagarcía e de diversas charangas. Non é ata a tarde, pasada a misa das 12 e o concerto de música ás 13, que ten lugar a famosa Danza de Espadas, ás 19.30 horas, acompañada dos Xigantes e Cabezudos. O día pechará co espectáculo musical da man da Orquesta Fuego e preparará o ambiente para o día infantil que supón o 26 de xullo.