El calentamiento global amenaza con inundar A Illa y aislar O Grove

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

CEDIDA

El modelo que elabora Climate Central augura un futuro complicado para la ría

21 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Puede parecer que Bonn queda muy lejos de la ría de Arousa como para tener en consideración que buena parte del futuro de esta comarca pasó por allí la semana pasada, pero no es así. En la localidad alemana se celebró la cumbre del clima, donde deberían concretarse las reglas del Acuerdo de París, pero todo quedó en fuegos de artificio, al menos en opinión de la asociación WWF.

¿Cómo nos afecta eso por aquí? Pues de una manera muy clara. Uno de los principales efectos del calentamiento global es la subida del nivel del mar y cualquier noticia sobre ese asunto es una mala noticia.

El grupo de investigación climática Climate Central, formado por científicos y periodistas especializados en esa rama, ha elaborado una herramienta informática que permite comprobar qué zonas quedarían bajo el mar a finales del presente siglo si la temperatura global ascendiera. El modelo no es nada halagüeño porque, según el mismo, no hará falta que se incremente en demasía para que las aguas invadan buena parte de la comarca.

El modelo que utilizan en Climate Central es especialmente devastador con un par de zonas especialmente significativas en la comarca de O Salnés: O Grove se convertiría en una isla puesto que al agua devoraría sin remisión el istmo de A Lanzada y A Illa desaparecería directamente bajo las aguas.

No prevé la aplicación que tenga que producirse un incremento espectacular de la temperatura para que la fisonomía de la ría de Arousa cambie sin remisión. De hecho, con que la temperatura media crezca un grado, y según los cálculos que utilizan los científicos de Climate Central, el nivel del mar ascendería en un par de metros. No parece demasiado, pero solo hay que imaginar qué sucedería si el agua estuviera de manera permanente dos metros por encima de dónde está ahora para imaginarse el problema. Evidentemente, no se trataría de inundaciones trágicas, pero sí que se perdería de manera permanente una superficie muy importante que ahora componen playas o bahías.

No es, evidentemente, la ría de Arousa el único lugar del plante que está amenazado por el calentamiento global. Muchas de las ciudades más importantes del mundo están amenazadas y en Galicia playas como las de Samil o Riazor parecen tener el mismo incierto destino, si las cosas no cambian, que las de O Bao o A Lanzada.

El mar regresará al centro de Vilagarcía si la temperatura media asciende 4 grados

No quedan ya vivos muchos testigos de aquello, pero sí imágenes y postales de cómo era Vilagarcía antes de que sus dirigentes se empeñaran en que la ciudad debía crecer ganándole terreno al mar y no en la dirección opuesta. De cuando en vez la naturaleza se empeña en recordarnos que no debemos descuidarnos porque en cualquier momento puede reclamar lo que un día fue suyo. Lo hace en forma de inundaciones que, afortunadamente, en su modelo más grave son más esporádicas que continuas.

El problema es que el modelo de Climate Central no es nada optimista para la ciudad en el caso de que la temperatura ascienda debido al calentamiento global. La hipótesis más dura, la que imagina que el incremento puede llegar hasta los cuadro grados, vaticina todo un drama para la localidad.

A Lomba y Matosinhos

El mar regresaría prácticamente al centro de Vilagarcía. Toda la zona portuaria y calles como Rosalía de Castro o la Avenida da Mariña quedarían bajo las aguas. Las inundaciones se adentrarían también a lugares como A Lomba o Matosinhos, que se convertirían, probablemente, en lo que un día fueron.

La posibilidad de que todo esto ocurra parece muy lejana pero, según apuntaba el portal GCiencia en una de sus últimas publicaciones, hay datos que confirman que el nivel del mar está ya subiendo 2,5 centímetros por década desde 1960 y que la temperatura del agua en las Rías Baixas se ha incrementado en cerca de un grado en los últimos treinta años.