Una ría de ficción más allá de «Fariña»

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

OSCAR VíFER

Las historias de Arousa -al menos algunas- están de moda. Pero la comarca lleva siendo escenario y protagonista de buenos argumentos desde hace mucho tiempo

22 abr 2018 . Actualizado a las 20:03 h.

Ni el secuestro ordenado a finales de febrero por una jueza de Collado Villalba ha podido evitarlo: desde que arrancó el 2018, el título más vendido en las librerías arousanas fue Fariña. La obra de Nacho Carretero, un repaso por la historia del narcotráfico gallego, había logrado seducir a muchos lectores que buscaban en esas páginas negras el rastro de un argumento tristemente conocido, extrañamente actual. A petición de Bea Gondar, cuya figura transitaba por la reconstrucción de hechos de Carretero, un tribunal ordenó el secuestro del libro. Aunque muchos no podrán leerlo -al menos de momento- se acercarán a él a través de los guiones de la serie de televisión que, tomando la obra como punto de partida, ahuma los límites de la realidad y de la ficción, colocándonos en un punto en el que puede resultar tentador identificar a Miñanco, a Oubiña o a Charlín con sus personajes televisivos.

Pero Arousa siempre ha sido así: un gran lugar para desdibujar los límites de lo real y de lo que no lo es tanto. Una tierra cruzada por un túnel subterráneo y secreto que une Lobeira con Vista Alegre. Un lugar en el que todo un pueblo se unió para dar muerte al Meco, que cientos de años después volvió para maldecir a quienes se atreviesen a representar su historia. Un rincón en el que las imágenes sacras pueden lucir ricos brocados gracias a las donaciones realizadas por la hermosa Carolina Otero. Un rosario de pequeñas islas donde los bucaneros del siglo XX escondían sus alijos de tabaco de batea.

Es cierto que a esta zona de Galicia, pese a ser rica en producción de escritores y artistas, le ha faltado un autor que se haya volcado en su descripción y un personaje que le facilite el camino. No hay ni un Vázquez Montalbán arousano, ni un Pepe Carvalho que recorra nuestra realidad más inmediata. Acerquemos más el ejemplo. Nos falta, aquí, un Domingo Villar y un Leo Caldas que nos muestren la cara y la cruz de nuestra realidad como ellos enseñan la de la ría de Vigo.

Poesía y novela

Pero no cometamos el error de pensar que Arousa no existe, literariamente, más allá de Fariña. La ría, su paisaje y sus habitantes afloran en la obra de los muchos autores que aquí han nacido, vivido o simplemente estado. En ese recorrido caben desde los versos que Rosalía ofrece a las torres de Catoira, hasta los que en Cambados pronuncian con fervor cada vez que toca hablar de Cabanillas, el poeta da raza.

Arousa aparece, también, en la prosa ágil de los hermanos Camba, brillantes cronistas que nos han dejado estampas llenas de vida y reflejos del sol en el mar. O en los artículos que sobre Arousa nos legó Manuel Lueiro, que aunque no nació meco, es tan de O Grove como el centollo. Una buena muestra de ellos cobró la forma de un libro, O Grove: Canción do sal e do vento, una joya que en la biblioteca de Monte da Vila conservan con devoción.

En realidad, la comarca es abordada desde todo tipo de ángulos y puntos de vista, en libros de las más variadas disciplinas: de historia a ciencias, de naturaleza a etnografía. Donde flaquea la presencia de Arousa es en la novela. Y eso que este año hemos tenido cosecha de ficción. Ahí tenemos a Marcos Calveiro y su apasionante historia de O xadineiro dos ingleses, un viaje a Vilagarcía de hace cien años. Ahí, también, la novela Volveré a buscarte, de Pilar Cernuda, que cuenta una historia de amores y emigración con anclaje en O Salnés. La comarca aparece como fondo de escena en Á velocidade do frío, de Seixas, uno de nuestros escritores. Darío Xohán Cabana, en la Galicia postapocalíptica de O cervo na torre, borraba del mapa A Illa. De esta sí que habla, y con detalle, El amigo Chirel, un obra de Francisco Camba que habla de amores y viajes en barco desde la isla a Vilanova.

Frank Soutelo y la desaparición del manuscrito de Ramón Cabanillas

¿Hay alguna ciudad mejor que Los Ángeles para ser detective? Para Miguel Ánxo Fernández, la respuesta a esa pregunta debe de ser un no. Quizás por eso quiso que Frank Soutelo, el protagonista de varios de sus libros, viviese en una ciudad de celuloide y larga historia negra. Pero a Soutelo su apellido lo delata: sus raíces son gallegas. Y no podía faltar en su nómina de casos resueltos -y que merecen ser contados- una aventura ambientada en Galicia. La encontramos en las páginas de Bícame, Frank. La desaparición de un manuscrito de Vento Mareiro, de Cabanillas y la aparición de un cuerpo sin manos en la playa de A Lanzada son dos de los ejes de esta historia de detectives con sabor de la ría de Arousa. Tras mucho tiempo rondando a su autor, Bícame Frank fue publicada en 2013.

Un poco de «Carmín»

No es la única. El escritor y político cambadés Domingo Tabuyo quiso ambientar en las calles de piedra de su villa natal Carmín, una novela de intriga, publicada en 2002, en la que Rafa Meruelo, trabajador de una planta empacadora de basuras, y el inspector Melle recorren, tras los pasos de una misteriosa mujer, espacios que son bien conocidos por los arousanos.

Cuentos, cine, y actividades sorprendentes

La muestra del libro infantil y juvenil de VIlagarcía, Lectoriño, ya está en marcha. Además de la exposición de libros en la que participan ocho editoriales ayer hubo sesión de cuentos y película. Hoy el programa está trufado de sorprendentes talleres que serán impartidos por educadores del CSIC. El de las 12 se titulará «Meu laberinto» y será un acercamiento al arte rupestre. Y por la tarde (17.30 horas) tocará hacer cerámica siguiendo los mismos trucos que nuestros antepasados prehistóricos. foto óscar vífer