El directivo asegura que la masa social debe ser consciente de las dificultades de estar en la LEB Plata
16 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La primera temporada de Antonio Lema al frente de la presidencia del Xuven ha tenido dos partes muy bien diferenciadas. La nota del apartado deportivo fue de sobresaliente. El económico, sin embargo, le ha dado más de un quebradero de cabeza y hasta el último momento peligró la continuidad del equipo en la LEB.
-¿Ya está tranquilo?
-La verdad es que tranquilidad, poca porque acabamos de empezar. Lo único que conseguimos fue la cuota de inscripción y el aval. Ahora hay que seguir trabajando para que el proyecto sea todo lo viable que creemos que puede ser.
-De todas formas, aquel pesimismo que se traslucía en la asamblea sí que ya se ha ido...
-Cambia el ambiente porque en la asamblea no teníamos nada decidido y había que hacerle entender a los socios que esto no es tan sencillo como solo venir los sábados a ver los partidos. A la asamblea se le dio un punto de dramatismo para intentar concienciar a la gente para que viniese a echar una mano, pero había también una parte de realidad muy grande.
-¿Se ha ofrecido mucha gente?
-No a lo mejor todos los que desearíamos que estuvieran colaborando, pero sí que vamos a dar un salto de calidad en la directiva. Siempre que llegas nuevo a algún sitio entras con ambición y con ganas.
-¿Cómo ha llevado esta situación de alerta roja? No debía ser fácil pensar que podía pasar a la historia del club como el presidente que no fue capaz de mantener al equipo...
-Cuando decidí presentarme a las elecciones hacía diez años que estaba en la directiva. En los dos últimos, por decisión de Jorge (Castiñeiras), fui quien llevó el peso en muchos de los ámbitos del club. No me iba a presentar para estar solo un año. Mi objetivo es cumplir el mandato aunque obviamente hay problemas de salud y personales que te pueden llevar a pensar que lo puedes tener que dejar. No le tengo miedo a nada. Los 54.000 euros del aval son de la directiva. Entiendo que la gente quiera hablar en las asambleas pero hablar en este club es muy barato. Deberíamos tener un poco más de peso.
-¿Cómo?
-Pues hay clubes en los que vas a ver los partidos, pero si quieres tomar decisiones o votar en una asamblea tienes que dar ese poco más. Es algo que quiero cambiar. Tenemos que darnos cuenta de que en Nacional íbamos muy sobrados económicamente, en EBA también y en LEB Plata los gastos son mucho mayores. Solo por Hacienda y por la Seguridad Social son 54.000 euros. La gente tiene que concienciarse de que hay que aportar algo más que sesenta euros por quince partidos de liga. Siempre que la masa social quiera tener un equipo en LEB Plata. Ellos no arriesgan, lo hacemos nosotros, los directivos. Habría que establecer la figura del abonado y la del socio. Cualquier abonado podría ser socio siempre que aportara ese algo más. Y esto no me lo estoy inventando yo. Ya está muy inventado, sobre todo en los clubes grandes, pero viendo las cantidades en las que nos estamos moviendo, considero al Xuven un club grande. Pequeño, por infraestructura, pero a nivel económico estamos peleando con ciudades muy grandes. Tendremos que hablarlo porque hay que cambiar los estatutos, pero es algo que deberíamos empezar a pensar.
«Esta temporada me voy a relajar un poco más. Me voy a dedicar a ser presidente»
Una de las mayores críticas que se escuchan a la hora de enjuiciar la labor que Toño Lema ha venido desempeñando en la presidencia del Xuven es lo que parecía un excesivo protagonismo. El presidente estaba en todos lados, en el palco, en el despacho y hasta con el micrófono en la mano presentando a los jugadores antes de cada partido, en una situación que sorprendía a sus homólogos cuando llegaban a O Pombal. Esa voracidad de funciones parece que se va a calmar. O, al menos, eso es lo que asegura Lema.
-Una de las virtudes de un buen jefe es saber delegar. ¿Ha aprendido algo sobre eso en este primer año?
-Mucho. De hecho, la organización de los viajes y la contabilidad ya están delegadas. No los voy a hacer yo. Sí seguiré con la publicidad porque son muchos años y la gente ya está acostumbrada a verme y quieren que hables con ellos. Esas cosas que me llevaban mucho tiempo están ya delegadas y con incorporaciones nuevas que presentaremos en la asamblea. Sí. Este año me voy a relajar un poco más. Me voy a dedicar más a mi trabajo como presidente.
-Me sorprende mucho que no haya nadie en Cambados que se ofrezca a hacer las presentaciones de los equipos y que sea el presidente quien tenga que hacerlo...
-A mí también me sorprende. Y no será porque no hayamos preguntado, incluso a algún chaval. No tiene que ser nada profesional pero si no somos Alberto o yo no hay quien lo haga. Vamos a cambiar eso también. Intentaremos buscar a alguien.
-La otra cosa sorprendente es que un club con la repercusión mediática del Xuven carezca de un patrocinador principal...
-Y somos un club que nunca ha sido polémico. Queremos ser una referencia. Nos acercamos a muchas empresas, alguna con mucha facturación, pero no sabemos por qué, al final se echan para atrás. No lo entiendo. Si yo tuviese una empresa a nivel nacional lo haría porque me interesaría. La repercusión mediática es alucinante y no solo aquí, también fuera. Este año con el Campeonato de España fue una fiesta y nos felicitaron desde la federación. Fuimos el equipo revelación. Seguimos trabajando en lo del patrocinador, ahora mismo con un par de empresas más. Tocamos todo. No nos cortamos. Queremos que todo el mundo tenga presencia aquí y eso se ve en las paredes del pabellón.
«Somos una referencia formando jugadores»
La intención del presidente es que la asamblea del próximo domingo aprueba el incremento del precio del carné de abonado. La subida no será muy elevada, diez euros probablemente, pero puede levantar cierto resquemor entre unos aficionados que ya al final de la pasada temporada se rascaron el bolsillo con el SOS que lanzó el club.
-¿Eso no significa tirar otra vez del mismo teto, del del socio, al que además se le está diciendo que el equipo va a costar menos que el de la temporada pasada?
-No es que siempre tiremos del teto de los mismos, es que siempre están aquí los mismos. Todo esto lo hacemos para que el socio, o el abonado o como lo queremos llamar, disfrute de los partidos, pero quien arriesga somos nosotros y haremos el equipo que consideramos que podemos hacer. La temporada pasada contratamos a un entrenador que nunca había dirigido un equipo sénior y tuvimos críticas. Y críticas de técnicos profesionales, que se quejaban de que le diéramos la oportunidad a alguien sin experiencia. Hicimos un equipo con muchos jugadores salidos de EBA. ¿Quién pensaba que nos lo íbamos a pasar tan bien? Cuando lo de aquel SOS, en el primer partido la respuesta fue impresionante, algo más del 60% de la gente que fue al pabellón, pero luego fue bajando y en el último ya fue simbólico. Cada vez que planteamos un asunto así nos ponemos en la piel del socio porque nosotros también somos socios y también pagamos.
-¿Se ha tocado techo en el número de abonados?
-Creo que no. Creo que este año podemos aumentarlo. La gente va a venir a vernos y no vamos a hacer un mal equipo. No por el nombre de los jugadores, sino porque el objetivo es traer chavales con proyección y dar la oportunidad a alguno de la casa. Y a algún entrenador también. Somos una referencia a la hora de formar jugadores. Tres integrantes de la plantilla de la pasada temporada (Sergi, Charles y Juan Rubio) van a estar en LEB Oro. Manu Santos está haciendo un trabajo espectacular y ya le expliqué que no se trata de que vayamos a hacer una plantilla más barata sin pensar en los resultados porque obviamente hay que pensar en ellos. Quizás haya que trabajar más aún, porque serán jugadores, quizás, de menos talento o que no están habituados a nuestra exigencia. Aquí hubo un jugador que venía de la ACB y dijo que en su vida había entrenado tanto y tan bien. Nuestro objetivo como club no debe ser estar arriba en la clasificación, si no formar. ¿Quién nos dice que la próxima temporada no podemos hacerlo igual de bien que la anterior? Y si nos sale mal y descendemos, pues tampoco pasará nada.