La falta de información de las empresas sobre los horarios contribuye a la confusión
09 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Modificar un plan de transporte que no se había tocado en décadas, más que a través de los ajustes impulsados por las empresas que lo operan, no es moco de pavo. Por ello, quien más quien menos era consciente de que la entrada en vigor de las líneas de autobús renovadas traería aparejadas numerosas dificultades. Y así ha sido. Al menos, por lo que respecta a O Salnés. El cambio de horarios y la modificación de frecuencias provocaron ayer la confusión de decenas de pasajeros, que en determinados casos tuvieron que aguardar tres horas para algo aparentemente tan sencillo como desplazarse desde Vilagarcía a Cambados.
El ejemplo de María Luisa Ferro, vecina de Moraña que cada día acude a la comarca para trabajar, es elocuente. La mujer llegó en bus a la estación de la capital arousana, dispuesta a coger un segundo autocar, a las 10.10 horas, con destino a Cambados. Se encontró con la sorpresa de que el viaje había sido suprimido. El primer transporte que zarpa ahora de la ciudad hacia la villa del albariño no se pone en marcha hasta las 12.40 horas. «¿Como vou traballar así?», se preguntaba. No era la única. A Benito Rey le sucedió algo muy parecido: «Vin ás oito da mañá para aquí e non podo volver ata a unha menos vinte da tarde, é un desastre».
Varios usuarios no dudaron en presentar reclamaciones en la oficina de atención al público de la estación de autobuses de Vilagarcía, el único lugar donde era posible consultar un listado con los nuevos horarios de Monbus. De él se desprende una drástica reducción de las frecuencias diarias entre la capital arousana y Cambados, un trayecto englobado en la línea Vilagarcía-O Grove. Con los horarios en la mano, se limita a tres viajes en cada sentido cuando hasta ahora, en una jornada laboral, eran ocho.
Una de las principales quejas que se escuchaban entre los pasajeros tenía que ver con la falta de información sobre toda esta serie de cambios. «Non sei se é a Xunta ou é a empresa, pero están facendo todo isto á súa maneira, non á maneira da xente», lamentaba una mujer tras media hora de espera en la parada del río de O Con. No entendía que nadie hubiese colgado allí mismo una hoja informativa. Una tarea que, subraya la Dirección Xeral de Mobilidade, debería haber llevado a cabo el grupo Monbus, que continúa operando la línea.
Sin embargo, incluso con los horarios reformados sobre la mesa surgen dudas. Nada se dice en ellos, por ejemplo, acerca de la línea que debería comunicar el Hospital do Salnés y A Toxa, en paralelo con el trayecto principal entre el norte y el sur de la comarca. Tampoco acaba de estar claro si la vieja línea de Castromil, que comunica la comarca con Santiago, puede o no dar servicio a usuarios con origen y destino en escalas intermedias. Ayer, desde luego, un bus procedente de Compostela recogió pasajeros en la parada del río de O Con. Algo que, de acuerdo con lo que la Xunta respondió hace meses a una vecina de O Grove, no debe hacerse. Por último, el cálculo del tiempo necesario para cubrir la ruta parece precisar un ajuste. Confusión, en definitiva, y muchas dudas en una jornada que en Arousa únicamente resultó positiva para los taxistas.
Muchas dudas en una jornada que en O Salnés solo resultó positiva para los taxistas
Vilagarcía conserva la parada de O Con, no la de O Cavadelo
Entre las modificaciones que las nuevas líneas parecían introducir en Vilagarcía se hallaba la inclusión de una parada en O Cavadelo. Así se desprende de los mapas hechos públicos por la Dirección Xeral de Mobilidade a lo largo de todo este complicado proceso. A la hora de la verdad, sin embargo, los autocares que ayer prestaron su servicio en la capital arousana obviaron este punto para dejar y recoger pasajeros en los lugares de costumbre: la estación y la vieja escala del río de O Con.