Todos se salvaron, también «Arya»

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

La suerte hizo que la pareja que vive en el segundo piso rompiera su rutina y llegara el lunes más tarde a casa

26 jun 2019 . Actualizado a las 07:56 h.

La vida es como una ruleta. Sandra y Omar suelen estar siempre en casa a eso de las 21 horas, cuando salen de trabajar. El lunes ella decidió ir al supermercado y él rompió su rutina, y quizá eso les salvó la vida porque a esa hora se producía una fuerte explosión en su vivienda, el segundo piso del número cinco de la avenida de Galicia, en Cambados. Ellos no estaban en casa, pero sí había gente en el primero y en el cuarto, que, por supuesto, escucharon el gran estruendo. Afortunadamente, nadie resultó herido.

En un principio se pensó que se trataba de una explosión producida por un escape de gas, pero después se comprobó que el problema estaba en la caldera del agua, que es eléctrica. En el año y medio que llevan viviendo allí nunca habían tenido problemas técnicos con el calentador ni notaron nada extraño que les hiciese sospechar que podría reventar de este modo, según relata la pareja. Todo era normal y, de pronto, el lunes al final del día su casa parecía territorio de guerra.

Desperfectos

La explosión arrancó una puerta y logró desencajar de la fachada la galería acristalada del exterior, a pesar de que el calentador está en el otro extremo, en la parte trasera del piso. A esa hora, la vivienda se quedaba ya a oscuras, porque los servicios de emergencias cortaron el suministro eléctrico por razones de seguridad, y una lámina de agua cubría el suelo de la cocina y del pasillo, la misma agua que minutos antes había actuado de apagallamas, evitando que se produjera un incendio.

A las diez de la noche, los Bombeiros do Salnés seguían trabajando para asegurar la cristalera y evitar que se produjeran desprendimientos y los vecinos asistían desde la acera a todo el operativo.

Sandra y Omar tuvieron que buscar un lugar para pasar la noche porque su casa no estaba en condiciones, y con ellos se llevaron a Arya, su gata, que fue rescatada por los bomberos sana y salva. Hubo que buscarla a conciencia porque siempre se esconde, cuentan sus amos, y más ante una experiencia tan extrema como la del lunes. Pasado el susto inicial, la sensación que planeaba en el ambiente era de que todo podría haber sido peor, porque el incidente no ocasionó daños personales. «Non se pode estar seguro nin dentro da casa», apuntaba un vecino.

El suceso provocó un amplio despliegue de seguridad formado por los Bombeiros do Salnés, Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil. Hasta el punto se acercaron también los concejales Tino Cordal, Xurxo Charlín y José Ramón Abal para interesarse por lo ocurrido.