Una de las planeadoras incautadas a Miñanco será utilizada por el Ejército de Tierra

J. R. VIGO / LA VOZ

CAMBADOS

La planeadora semirrígida confiscada a la organización de Miñanco se almacena en el astillero de O Facho.
La planeadora semirrígida confiscada a la organización de Miñanco se almacena en el astillero de O Facho. cedida

El del Aire, tras acordarse inicialmente su entrega, renunció a la gestión por los gastos que implica el transporte con góndola

28 jun 2019 . Actualizado a las 20:21 h.

La operación Mito fue el último golpe policial contra Sito Miñanco. El despliegue de agentes se materializó el 5 febrero del 2018 en diferentes escenarios de Galicia, la Costa del Sol, el Campo de Gibraltar y Madrid, poblaciones sobre las que el narco de Cambados habría levantado su último holding internacional del tráfico de drogas. Preferentemente cocaína, marca por excelencia de la casa. Al menos durante varias décadas. Basta recordar que la Policía Nacional, en su primer comunicado oficial sobre la operación Mito, calificó a dicha organización como la más potente de Europa y con ramificaciones en Europa del Este o Turquía.

Al otro lado del Atlántico, en Colombia principalmente, Miñanco mantendría las mismas buenas relaciones que le han caracterizado siempre. Todo, según parece, para comprar toneladas de perico a granel que, a modo de mayorista, iría repartiendo en pedidos allá donde surgían clientes capaces de distribuirlos. Pero Miñanco, a ojos de la Policía Nacional, por mucho mundo que vea, siempre acaba recurriendo a su en torno más conocido para trabajar como él solo sabe. Ahí brilla con luz propia el astillero de Cambados que siempre ha estado vinculado a él y, directamente, a la inmobiliaria familiar condenada, en primera instancia, por blanquear dinero del narcotráfico para comprar un patrimonio millonario.

Se trata de Astilleros Facho, en Cambados, frente a la isla de A Toxa. Allí, al hacer los registros, se localizaron dos grandes planeadores de fabricación propia. No compradas ya hechas para utilizarse tras su recepción. Allí se montaron, aseguran las diligencias policiales, y de allí estaría previsto que salieran al mar para ser usadas en descargas. Los agentes las localizaron en el anexo de la nave de acceso restringido, un taller al que solo podía entrar gente de confianza: una, de 12,5 metros de eslora con motores, y otra, de 14, sin nada. En los días posteriores al registro se decidió que una de las planeadoras fuese entregada al Ejército del Aire.

La última novedad de la rama aérea de las Fuerzas Armadas Españolas supone su renuncia a usar esa embarcación de gran tamaño por el coste que implica su transporte, que requiere de góndolas especiales. Sí asume el transporte, para darle uso, el Ejército de Tierra, que ya se comprometió, aunque por ahora sin fecha para realizar dicho traslado. Incluso en su día, después de realizarse la operación Mito, representantes del Ministerio de Defensa visitaron las instalaciones de O Facho para comprobar sobre el terreno que la planeadora elegida está homologada para navegar y que se ajusta a sus necesidades. Se trata un bote semirrígido, con más de diez metros de eslora, que el Ejército sacará al mar para apoyar a los pilotos que sobrevuelan la costa.

Negro sobre blanco

La investigación, en Galicia, fue del Grupo de Respuesta contra el Crimen Organizado (Greco), que recoge de forma clara cuál sería el uso verdadero del citado astillero y de las dos grandes embarcaciones requisadas: «La organización disponía de logística formada, entre otros, por inmuebles, vehículos, personal y por el astillero O Facho, donde se habrían fabricado las embarcaciones para el traslado a España de la sustancias estupefacientes desde los barcos nodriza en alta mar, a un lugar próximo a la costa. Para que a su vez fuera trasvasada a otra embarcación que llamara menos la atención, como puede ser una de tipo pesquero y pueda ser descargada en la costa sin levantar sospechas. Asimismo se encargaría incluso de su venta y distribución».

Las conclusiones de Greco van más allá al asegurar que «la organización criminal tenía poder par controlar a los diferentes servicios o fuerzas y cuerpos de seguridad que podrían actuar, en el caso que se produjera la detección de una planeadora en la ría de Arousa y proximidades, lugar que ellos utilizarían como vía de salida de los astilleros O Facho, y como vía de entrada del estupefaciente importado». Igualmente «tenían contactos con miembros de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que facilitarían información ante posibles actuaciones sobre la organización y sus integrantes».

Las embarcaciones siguen en el astillero de Cambados en el que se inmovilizaron por la operación Mito