Un recado «importante» en una farola de Cambados

Rosa Estévez
r. estévez CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

Una vecina de la localidad echó mano de un viejo método para encontrar a una joven que buscaba empleo

04 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Busco a María. Es de Perú. La conocí delante del ayuntamiento por Navidad. Quiero hablar con ella por un recado importante. Soy Moncha». Ese es el mensaje manuscrito que, desde hace unos días, se puede leer en varias farolas de Cambados. Tras esas cinco frases, un teléfono, el de la mujer de la firma. Una vecina de esta localidad que protagoniza una de tantas historias que iluminan esta oscura etapa de confinamiento y pandemia que nos ha tocado vivir.

La propia Moncha cuenta la historia tras la nota, que colgó en las farolas aprovechando sus salidas de casa para hacer la compra. «Yo había conocido a María en lo que en Cambados llamamos el Parlamento», dice. El Parlamento es la plaza del Concello, donde durante las tardes de buen tiempo se reunían -y volverán a reunirse, esto acabará- algunos vecinos veteranos de la localidad. María era una joven peruana que solía acercarse por allí y con la que ella acabó trabando una cierta amistad. «A mí siempre me gustó conocer otras culturas, otras formas de vivir y de hacer las cosas. Ella es peruana y enseguida empezamos a hablar de todo un poco: de cocina, de cómo se vive en su país». La joven estaba buscando empleo. «No lo tenía fácil. Ser extranjera no le ayudaba. En España somos un poco especialitos para eso». Ella no: su marido estuvo emigrado. «Él iba a trabajar y a nadie le importaba si era gallego o de dónde era».

Poco antes de que estallase la crisis sanitaria, Moncha supo de una familia que buscaba alguien que cuidase de una persona mayor. Y ella se acordó, de inmediato, de María. Pero para entonces ya le había perdido la pista. El estallido del estado de alarma complicó aún más su búsqueda, hasta hacer que pareciese una misión imposible. Sin embargo, Moncha no se dio por vencida. Escribió un cartel y lo pegó por Cambados para intentar dar con su vieja amiga del Parlamento.

«Y la encontré», cuenta feliz. En Cambados hay una amplia comunidad de peruanos y alguno de ellos vio el mensaje y avisó a la interesada, que enseguida se puso en contacto con ella. «La verdad es que no sirvió de nada, porque resulta que María ya había encontrado un trabajo y está en Vigo», cuenta Moncha. «Mejor para ella, claro», recalca esta mujer. En cualquier caso, su iniciativa sí ha servido de algo: para demostrar que la solidaridad siempre es capaz de encontrar un camino. Incluso en tiempos de pandemia.