Al día siguiente de anunciar que el Concello no iba a organizar ninguna actividad del Carnaval, la concejala de Cultura Noemí Outeda rectifica: no habrá comparsas, pero sí otras propuestas virtuales y seguras
18 ene 2021 . Actualizado a las 23:04 h.El sábado, la concejala de Cultura de O Grove, Noemí Outeda, firmaba un comunicado de prensa que concluía con una frase rotunda: «O Entroido meco terá que esperar». El Concello renunciaba a organizar cualquier tipo de actividad relacionada con el Carnaval, tras la polvareda que se había levantado en las redes sociales a raíz de la propuesta de hacer un certamen de comparsas virtual. Ante la lluvia de críticas, que ella considera injustas, Outeda adoptó una postura radical que llevaba implicaba no solo la cancelación de esa propuesta para los grupos de O Grove, sino de todas las otras pequeñas acciones que, de nuevo a través de las redes, se habían planteado para los vecinos: concursos de disfraces desde casa, recuperación de fotos de ediciones pasadas, y otras pequeñas propuestas encaminadas a «intentar manter un pouco o espíruto do Entroido, que no Grove é unha festa que se vive con moita intensidade». Este domingo, un día después de ese anuncio, la concejala de Cultura utilizaba su página de Facebook para rectificar: el Concello sí llevará a cabo esas acciones. Lo que no habrá es certamen de comparsas, ni virtual ni, obviamente, presencial. En los próximos días, el departamento que dirige Noemí Outeda cerrará el programa y lo difundirá para que todos los vecinos puedan disfrutar del que, probablemente, sea el Entroido más extraño en muchos años.
El debate surgido en O Grove solo puede entenderse si se tiene en cuenta la importancia que en esta localidad se le da al Entroido y, dentro de él, a las comparsas. Estos grupos invierten meses de trabajo y esfuerzo en los preparativos de una fiesta que este año daban por perdida: obviamente, celebrar el tradicional concurso choca frontalmente con todas las normas conocidas de prevención del covid-19. Por eso, cuando el jueves fueron convocados a una reunión para hablar del Entroido, los responsables de los grupos no tenían muy claro para qué habían sido llamados.
Outeda les explicó entonces la propuesta del Concello: que cada grupo grabase un vídeo para, reuniéndolos todos, celebrar un festival de comparsas tan raro como el año. «Non se trataba, para nada, de que a xente das comparsas se xuntara para cantar», se explica la edila. Su intención era «que cada grupo utilizara a súa creatividade e que fixeran unha montaxe» aprovechando letras, trajes e incluso imágenes de años pasados. Lo único que se les pedía era que presentasen un par de historias de este año, que ha dado para mucho. Por participar, las comparsas recibirían un premio en metálico, y la que acumulase más aplausos en las redes sociales se llevaría una «bandeira simbólica».
De entrada el proyecto fue bien recibido, pero una vez sometido al escrutinio de la calle, un tanto desfigurado, el proyecto cosechó muchas críticas. De ahí el enfado de la concejala, que había dado a las comparsas unos días para que estudiasen la idea y evaluasen si era o no viable, pero que ya no esperó a ese segundo encuentro. El certamen virtual ha quedado cancelado.