El Cebé vuelve a sus orígenes para explicar el espíritu de la VBC

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Imagen de los jugadores y cuerpo técnico de la primera plantilla del C.B. Vilagarcía, en 1977.
Imagen de los jugadores y cuerpo técnico de la primera plantilla del C.B. Vilagarcía, en 1977. cedida< / span>

La organización del torneo internacional presenta esta tarde su edición 2015 con un homenaje a la primera plantilla y directiva que en 1977 pusieron en marcha el club

24 mar 2015 . Actualizado a las 05:05 h.

La directiva del Club Baloncesto Vilagarcía presenta esta tarde, a partir de las siete en el pabellón de la calle Castelao, la edición 2015 de la mayor construcción edificada por las manos de los cientos de amantes del baloncesto que han pasado por la entidad desde su fundación en 1977: la Vilagarcía Básket Cup. El hasta el pasado año gran capitán del Obradoiro, Oriol Junyent, oficiará de padrino sumándose a una ya larga e ilustre nómina con apellidos como García Reneses, Imbroda, Hernández o Creus. Fondo y forma, escenario e invitado especial, elegidos con un propósito perfectamente delineado en las cabezas de los actuales responsables del Cebé, con su presidente, Alberto Blanco, a la cabeza. Porque 20 años de VBC bien merecen contestar a la primera gran pregunta existencial desde que el hombre es él mismo, y sus circunstancias.

Quizá alguien haya notado la referencia a Oriol Junyent como invitado especial, y no protagonista del acto. Y es que el reparto principal queda reservado a los, a su modo, padres fundadores de la VBC. Los integrantes de la primera directiva y plantel con el que el C.B. Vilagarcía nacía 38 años atrás, objeto esta tarde de un homenaje por sus presentes sucesores en reconocimiento a su condición de pioneros en los primeros compases de una Transición desde el Franquismo a la actual era de democracia cuyo impacto no fue ajeno al deporte.

Los nombres de los pioneros

La desaparición de la OJE, organización del Régimen, y su sección de baloncesto dejó un enorme hueco en el panorama del deporte de la canasta en Vilagarcía, en la que competía con la sección del Liceo Casino. Y ahí aparecieron Chito Melio, Benjamín Rey, Toño Rey, Julio Rodríguez, Kuli Villaronga, Miguel Oriola y, al frente, Javier Rubianes. Siete hombres dispuestos a poner en marcha un club, con la colaboración de Paco Chinglán.

Y sobre el parqué, echando la vista una vida atrás, tres hermanos, Kuli -el más atrevido al alternar trabajo de despacho y pista-, Javi y Tito Villaronga, su primo Pancho, Nacho García, Javier Porto, Braulio Alcalde, Víctor Bouzas, Fran Martínez, Gustavo Trillo, Vicente López y un Mon Campos que también formó para de la última plantilla de la era de gloria del Cebé, filial en la entonces Tercera División del mítico Clesa Ferrol a mediados de los ochenta. Con Juan Luis Castro, Zoco, de segundo, Urbano Briones dirigía las operaciones desde aquel banquillo del 77, para volar al año siguiente destino al legendario Licor 43 Cacaolat de Quim Costa como ayudante de Miguel López Abril. La inmensa mayoría han confirmado al club su presencia hoy en el acto.

«Ese equipo arrancó en el pabellón de Castelao, y se da la casualidad de que entonces también era de un parqué casi nuevo -el actual se estrenó ayer tras dos décadas sobre superficie dura-», explica Blanco. «Toda la presentación le hemos hecho por conexiones. A finales de los 70 en Castelao el Cebé jugó el primer partido internacional en Vilagarcía, con un Porto a punto de medirse al Real Madrid en la Copa de Europa, y llenó hasta la bandera el pabellón frente al Obra». Y Junyent, convertido en guiño argumental de una gran historia.