La figuración que acecha tras la esquina

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

17 mar 2017 . Actualizado a las 22:32 h.

Sala Antón Rivas Briones • Vilagarcía • Hasta el 28 de abril • Quince años después de su última exposición en la Rivas Briones, Vítor Mejuto está de nuevo en Vilagarcía. Su obra, fundamentalmente, porque el pintor, a su manera, nunca se ha ido del todo. Dos series, inspiradas por los patrones del sastre de Alfonso XIII (en efecto, el del lío de Cortegada) y un puñado de las grandes obras que habitan el Museo del Prado nos devuelven a un Mejuto barroco. No es una ocurrencia del escribiente. Lo sostiene sin empacho el autor en persona, mientras recorre una sala cuya gestación, en los albores de este extraño siglo nuestro, conoce como el forro de sus chaquetas. La figuración, esa tentación que vive un par de pisos por debajo del pintor geometrista, siempre dispuesta a insinuarse en el ascensor o en cualquier descansillo, ha prendido en nuestro hombre. Un pintor, afirma Vítor, necesita de estímulos para agitar el avispero de su imaginación. Bendito conductismo.