Las avenidas de Cornazo y Agustín Romero: ul lugar donde ser peatón es toda una odisea

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Pese a que hay numerosas viviendas en la zona, ese tramo guarda muchos peligros

07 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No es nada fácil ser peatón y transitar por la avenida Agustín Romero y por la avenida de Cornazo. La zona parece toda una gincana para quien no circula por ella en automóvil y está repleta de obstáculos.

Sorprende, en primer lugar, los notorios problemas de accesibilidad. El lugar es un continuo sube y baja, con las aceras cortadas por entradas a garajes y con unos bordillos lo suficientemente altos como para convertirse un obstáculo insalvable no ya para personas que tengan que utilizar una silla de ruedas o llevar un carrito para niños, sino incluso para alguien con pequeños problemas de movilidad. Hay tramos en muy mal estado pero siendo esto grave, quizás no es el mayor de los problemas. La gran tara es que, directamente, en muchos de los tramos sencillamente hay que bajar a la calzada porque es literalmente imposible andar sobre ellas. Algunas veces porque no hay, otras porque las escaleras de acceso a la entrada de alguna vivienda ocupan todo el espacio o porque son tan estrechas que cuando hay sobre ella una farola o alguna señal de tráfico directamente no se puede pasar.

El problema es muy grave porque, además, en ese tramo de entrada a Vilagarcía muchos vehículos ni siquiera respetan los 50 km / h de velocidad máxima que marcan las señales. Solo hace falta esperar unos minutos allí para comprobar que la mayoría de ellos va a bastante más velocidad.

El acceso a la circunvalación a través de la rúa Santa Mariña es otro punto negro. Muy utilizado tanto para entrar como para salir de Vilagarcía es un paso angosto y sin aceras donde es habitual que se crucen los coches. No parece que por allí pueda caminar de manera segura un peatón y, de nuevo, hay viviendas lo suficientemente próximas como para pensar que en cualquier momento se puede producir un desgraciado accidente. Ahí el límite está marcado en 30 km /h. También es normal que muchos vehículos, sobre todo los que la utilicen para salir de Vilagarcía hacia la circunvalación ,lo obvien.

Una odisea, en definitiva, y que ha provocado ya varias protestas de los vecinos, que reivindican una solución para un problema de seguridad grave.