La calle del río saca brillo a su arquitectura

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

La peatonalización revalorizó esta vía y ahora los dueños de los inmuebles aportan su granito de arena

14 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Rey Daviña es la calle por excelencia de Vilagarcía. La de las compras y los paseos. Pero no siempre fue así. La que fue la primera vía de comunicación entre el centro urbano y el vecino Carril acabó perdiendo su carácter original con la irrupción del coche y el desarrollismo de la segunda mitad del siglo pasado. Rey Daviña acabó aquella centuria desfigurada y sin alma. Pero en el año 2010 las cosas cambiaron: el gobierno de Dolores García decidió apostar fuerte y peatonalizó la vía. Y ahí empezó a cambiar todo. Así lo sostiene el arquitecto Mariano Vázquez, responsable del proyecto de humanización que enlazará Rey Daviña con la plaza de Galicia. «A inversión pública na adecuación da rúa, o feito de devolver o protagonismo aos peóns e o conseguinte auxe comercial, espertan nos propietarios o deber de adecentar os seus predios», relata. «Esta dinámica non é nova; está comprobado que estas reaccións en cadea son unha constante nos centros urbanos humanizados», continúa argumentando.

A su juicio, Rey Daviña vive un momento de «clímax». Las arcas públicas permitirán abordar la peatonalización de la plaza principal en la que desembocará, ya sin obstáculos, la calle. Por otra parte, están «as diversas rehabilitacións en edificacións privadas». En los últimos años, efectivamente, han sido varios los inmuebles que han sido rescatados de un abandono que se antojaba inexplicable. Dos de ellos están, en estos momentos, en pleno proceso de renacimiento.

Apunta Mariano Vázquez que «nun período de recesión aguda dentro do sector inmobiliario, a actividade desta rúa é moi superior á media, concentrando unha parte moi significativa de todas as actuacións no centro da vila». Es verdad que también se han restaurado edificios en otros puntos del callejero, como la vieja casa del Doutor Tourón, pero es en Rey Daviña donde es más visible esa arquitectura de la segunda oportunidad. Y es así, señala el arquitecto, por una cuestión de oportunidad, al entender los propietarios que vale la pena la inversión, y por concienciación, al entender que es necesario cuidar sus inmuebles igual que está cuidada la calle a la que se asoman.

Las empresas especializadas en la rehabilitación de edificios también se dan cuenta del potencial de Rey Daviña, donde la nómina de inmuebles que necesitan una buena reestructuración sigue siendo grande. Algunos son lugares emblemáticos para los que parece haber ya un proyecto, por más que este se retrase. Es el caso del edificio que acogió en su día el Hotel Moderno, que lleva en capilla más de un año. Otros, son construcciones con historia, como la del California, sobre los que podrían haber puesto sus ojos hasta grandes cadenas textiles. El tiempo dirá.