Ravella ordena analizar el agua de todos los colegios de Vilagarcía

a. garrido / s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Al Concello le preocupa el estado de las tuberías de las instalaciones más antiguas

21 mar 2018 . Actualizado a las 11:41 h.

A la espera de que Educación se decida a dar una fecha de inicio para comenzar las obras que solventen los problemas que han aparecido en el colegio de Carril y que han derivado en la prohibición de que los alumnos beban agua de los grifos, Ravella no se ha quedado de brazos cruzados. El Concello analizará el agua de todas las escuelas de Vilagarcía para intentar detectar con la mayor rapidez si los problemas que han surgido en el Rosalía de Castro se repiten en algún otro centro educativo de la localidad.

La situación detectada en el colegio de carrilexo gracias a la insistencia de la AMPA ha provocada una notable dosis de alarma no ya solo en Carril sino también en colegios que tienen también sus años y que cuentan con un sistema de tuberías similar al que existe en el Rosalía de Castro

Los análisis que se realizaron en el colegio de Carril ofrecieron datos preocupantes. En realidad, lo que esá sucediendo es que los valores de hierro en el agua parece que están aumentando a cada día que pasa. Si en el control que se realizó el 27 de febrero, y cuyos datos fueron comunicados al Concello de Vilagarcía el día 16 de marzo, se registraban unos parámetros de 1,293 mg /l de hierro, en los que se realizaron el pasado jueves la cantidad había crecido hasta los 1,440 mg / l. Las cifras toman consideración cuando se constata que el valor paramétrico es de 0,2 mg /l y el consensuado para declarar que el agua no es apta para el consumo es de 0,6 mg /l. Es decir, los valores están ya cerca de triplicar lo mínimamente seguro. El documento enviado desde la Xunta urge a restringir de manera inmediata el consumo de agua, además de presentar un informe que deberá incluir información sobre las posibles causas de la incidencia y las medidas correctoras adoptadas.

En este sentido, cabe recordar que el Concello de Vilagarcía está suministrando agua embotellada al centro para intentar evitar que los niños utilicen la de los aseos para refrescarse.

El problema radica en un sistema de tuberías arcaico que provoca que el agua se transforme en insalubre, algo que los alumnos del centro venían denunciando desde hace meses.

Tras un mes de indefinición, desde que se realizó el primer análisis, Educación anunció el lunes las obras de puesta en marcha de la sustitución de las tuberías que están en mal estado.

Por unha marea na vila salió ayer a la palestra para solicitar la inmediata solución a los problemas del colegio y para demandar, también, que se proceda a analizar el agua en las escuelas de Vilagarcía que tengan una antigüedad similar a la carrilexa. Reclama también que se hagan públicos los resultados de los análisis del agua que se hayan hecho en los diez últimos años.

La formación recuerda todos los problemas que ha sufrido el centro durante los últimos años, que han rematado con lo que definen como un esperpento en el asunto de la potabilidad del agua. Un esperpento para que el que la única solución que encuentra Por unha Manea na Vila es la construcción de un colegio nuevo, porque «estamos ante un edificio enfermo e os nenos e nenas de Carril merecen un edificio en óptimas condiciones».

«La consellería y la dirección del centro tendrían que pedir disculpas»

El estado de ánimo entre los padres y las madres de los alumnos del colegio Rosalía de Castro es contradictorio. La satisfacción por conocer que la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria sustituirá las tuberías del centro con urgencia se mezcla con la indignación ante la tardanza del departamento autonómico en tomar medidas y lo que consideran un ejemplo de juego al despiste con relación a los resultados de los análisis. Al margen del riesgo al que se haya podido someter a los chavales, lo que más ha molestado a la asociación que los representa es que se haya puesto en duda no solo su palabra, sino también la de los propios pequeños. «Creemos -señalaron ayer sus portavoces, tras reunirse con la concejala de Urbanismo, la socialista Paola María- que tanto la jefatura territorial de Educación como la propia dirección del colegio tendrían que pedirnos disculpas, incluso a los niños, porque se ha demostrado que tenían razón cuando se quejaban de que el agua tenía mal color y olía de forma extraña».

La AMPA recuerda, en este sentido, que hasta la prohibición que la consellería instruyó hace un mes, el agua que se servía en el comedor escolar procedía de los grifos del centro. Paola María explicó a los padres que el Concello comprobará si es posible cortar el suministro a los lavabos, de forma que el agua pueda utilizarse en las cisternas, pero nunca ser consumida por los pequeños. De no ser así, lo que el colectivo reclama es que los baños sean directamente clausurados.