Estudian y trabajan, los «sí-sí» de Vilagarcía

Sara meijide / s. g. VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Cada vez son más los jóvenes arousanos que combinan sus estudios con los trabajos de verano

21 jul 2018 . Actualizado a las 09:24 h.

Llegó la hora de los sí-sí, la otra cara de la moneda, el reverso de los ninis, el antónimo de la vagancia. Son jóvenes que sí estudian y que sí trabajan. Pueden que nos les conozcan bajo esta etiqueta, pero seguramente lo hagan por la de millennials. Según los expertos, los jóvenes pertenecientes a esta generación, entre 16 y 29 años, son los apodados como sí-sí. Y cada vez son más numerosos. Aunque la cifra de ninis de nuestro país, chavales que ni estudian ni trabajan, es considerable, la realidad es que esta tendencia pierde fuerza. Este año, el número de ninis gallegos bajó hasta los 53.000, casi un 25% menos que en el 2010. Y es que cada vez es más difícil decir que los jóvenes de hoy en día ni estudian ni trabajan.

De entre los sí-sí podemos diferenciar dos modalidades: aquellos que combinan su formación universitaria, o profesional, con el trabajo durante el curso; van a clase por las mañanas, trabajan por las tardes y estudian por las noches. Y los que invierten su verano en ganarse un dinerito extra trabajando, como dicen varios de ellos, «en lo que sea». El aumento de las tasas universitarias, mantener el piso de estudiante o costearse los desplazamientos son algunos de los motivos más sonados entre las explicaciones de su entrada al mercado laboral.

En Vilagarcía, quizás la opción más secundada entre este colectivo, sea la de prescindir de vacaciones para descansar y dedicar las horas de playa y piscina a sacarse un sueldo extra para ir haciendo hucha y no empezar el curso con las manos, o más bien los bolsillos, vacías. Tal vez por su carácter turístico, uno de los sectores más demandados por los jóvenes trabajadores es la hostelería. Sirviendo y recogiendo mesas, poniendo copas o a las puertas de los pubs. José Luis es uno de los sí-sí de Vilagarcía que se suma a este sector. Es el segundo verano que se pone con la bandeja y los cafés, este año en la cafetería La Marina, y por sus palabras parece que no será el ultimo. Trabaja de tarde y dice que está «encantado». Y aunque poco tiene que ver con el ciclo de Informática que estudia, afirma que está aprendiendo cosas muy importantes: «Aparte de que me saco un dinerillo, aprendo otras cosas como entender, de verdad, qué es eso de tener responsabilidades, a tener más paciencia, a respetar más a los demás, a organizarme mejor…».

Ana lleva cinco años trabajando durante el verano en el sector textil. Desde la tienda Mimode, esta joven arousana explica que estudia desde hace cuatro años, dos ciclos de Administración, y aunque está contenta como dependienta: «Ahora quiero empezar a trabajar de lo mío y no solo durante el verano. Me gustaría independizarme», aclara.

Un caso similar es el de Rubén, él es técnico superior en animación de actividades físicas y deportivas y ha finalizado sus estudios, pero no ha dejado de combinarlos a lo largo de su formación. En invierno le toca ser entrenador de fútbol y durante los veranos, socorrista. «Aunque mis trabajos están relacionados con lo que he estudiado, me gustaría encontrar algo definitivo o estable para trabajar todo el año». Y aunque sus vidas lleven un ritmo vertiginoso, los sí-sí, parece que llegan a nuestra comarca para quedarse.

Estudia el ciclo superior de Informática en Vilaxoán. No es el primer verano que trabaja, y seguramente tampoco sea el último. «Vivo en casa de mis padres, así que me saco un dinero extra para mis gastos y empiezo el curso con ahorros».

Está a punto de acabar su formación en el ciclo superior de Administración, pero lleva compaginando su formación con el trabajo durante cinco años. «En los meses de verano trabajo, normalmente, de dependienta, y por el curso estudio».

Rubén finalizó sus estudios del TAFAD, pero lleva varios años compaginando el socorrismo veraniego con su faceta como entrenador de fútbol. Disfruta con lo que hace, aunque reconoce que le gustaría encontrar un trabajo definitivo.