La vigilancia de sus permisos de cárcel durante un año precipitó la caída de O Marqués en Brión

s. gonzález / r. estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

La Voz

El arousano empleaba el tercer grado para seguir moviendo droga

17 sep 2021 . Actualizado a las 19:40 h.

A la espera de que la Unidad de Drogas y Crimen Organizado del Cuerpo Nacional de Policía o el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil le pongan nombre, la operación que esta semana condujo a la detención de Javier Vázquez y de otras dos personas bien podría denominarse Perales. Básicamente porque, remedando la letrilla del cantante y compositor de Cuenca, ha permitido desvelar a qué dedicaba el arousano el tiempo que la cárcel le dejaba libre. Vázquez, apodado O Marqués, cumplía condena por narcotráfico en el centro de inserción social Carmen Avendaño, de Vigo. El miércoles fue interceptado en el municipio coruñés de Brión cuando circulaba con medio kilogramo de cocaína y trescientos gramos de heroína en el interior de su vehículo. En realidad, y pese al régimen abierto del que disfrutaba, los agentes seguían sus movimientos en la calle desde hace un año.

O Marqués se encontraba en situación de tercer grado, una calificación que le permitía abandonar el centro de inserción de Vigo durante el día para regresar por la noche y pernoctar en él. En condiciones normales, se trata del paso previo a la obtención de la libertad condicional. Sin embargo, los investigadores sospechaban que el individuo no albergaba intención alguna de abandonar el movimiento de sustancias psicotrópicas. Todo lo contrario; calcularon que Vázquez podría estar aprovechando sus permisos penitenciarios para seguir en el negocio.

Desde comienzos de esta semana, los controles se sucedieron en diferentes carreteras que el arousano frecuentaba. Entre ellas, la que comunica su parroquia de nacimiento, Abalo, en Catoira, con Vilagarcía, donde reside, y con el puente que une las provincias de Pontevedra y A Coruña sobre la desembocadura del Ulla. El miércoles, el movimiento policial se intensificó, aderezado con la presencia de dos helicópteros, de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que sobrevolaron la ría mientras los registros se llevaban a cabo tanto en Catoira, en la vivienda de un sujeto considerado como su lugarteniente, como en la capital arousana, en la que a Vázquez se le relaciona con la gestión de un pub que arrastra su propia y tortuosa leyenda.

A sus 42 años, O Marqués acumula un historial en el que el manejo de cocaína se mezcla con agresiones, robos y broncas que en ocasiones han degenerado en episodios de gran violencia. Entonces pudo parecer una anécdota salvaje, pero con apenas veinte años atacó con una navaja al mismísimo Pantera Rodríguez, el campeón de boxeo que en aquel momento trabajaba como vigilante para la Cofradía de Vilaxoán. El tiempo ha demostrado que el furtivismo no era más que otro paso en su carrera delictiva.