«Susan» encuentra un hogar tras doce años en la perrera

Antonio Garrido Viñas
Antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

Llegó al refugio de animales de Vilagarcía con solo dos meses de vida y a partir de ahora vivirá con Ana, una de las voluntarias

02 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue en octubre del año 2010 cuando llegaron al refugio de animales de Vilagarcía Dulce, Rita y Susan, tres perritas de apenas diez meses de edad, que fueron abandonadas y que encontraron una segunda oportunidad en Pinar do Rei. Dos de ellas fallecieron, pero «Susan» aguantó y poco a poco se convirtió en un pequeño símbolo del lugar. Pasaban los años y muchos de sus compañeros acababan encontrando un hogar, pero ella no. Hasta ahora. 

Susan vivirá sus últimos años en casa de Ana, que ha decidido adoptarla. Ana es una de las voluntarias que trabajan en el refugio de animales de Vilagarcía y tiene experiencia en estas lides, porque no es la primera vez que adopta a alguno de los inquilinos de Pinar do Rei. De hecho, Susan no va a estar sola en casa de Ana, porque allí se va a reencontrar con Hund, que también pasó por la perrera vilagarciana y que fue adoptado hace algo más de tres años.

  

Una adopción especial

La salida de Susan de la perrera vilagarciana sucedió ayer al mediodía. Y fue un momento muy especial. No solo por la alegría que produce entre las voluntarias que se lleva a adelante una adopción —en la protectora de Vilagarcía son muy estrictas con los protocolos y cualquier animal que se vaya de ahí lo hace con las debidas garantías de que se va al hogar más adecuado para él— sino también porque el adiós no era a un perro cualquiera, era a todo un símbolo del lugar, que llevaba nada menos que una docena de años en Pinar do Rei. Ninguno de sus compañeros se acerca ni de lejos a esa cifra de meses viviendo en la instalación.

Además de por la edad, y por la historia vital, el caso de Susan es especialmente emocionante porque está enferma de cáncer. No está muy claro cuánto tiempo le queda de vida, pero sí que en breve comenzará el tratamiento para evitar que la enfermedad avance de manera irremediable. 

El poco o mucho tiempo de vida que le quede a Susan lo pasará, al menos, en un hogar en el que recibirá mucho cariño; tanto de su nueva dueña Ana, que ya tiene mucha experiencia en estas lides puesto que no es el primer perro que adopta en una situación similar, como el de Hund. Un grato final, al fin y al cabo, para quien no tuvo nada de suerte desde que nació.