«¿Cómo vamos a curar el cerebro si no sabemos ni cómo funciona cuando está bien? »

Todo el mundo tiene el suyo y lo usa como puede. Pero lo cierto es que el cerebro, esa masa de color asalmonado que guardamos bajo la firme coraza del cráneo, sigue siendo un misterio para la ciencia. Lo dice Marta Pérez Pereira, una investigadora en ese campo que ayer visitó el instituto Castro Alobre de Vilagarcía y el colegio Torre, en A Illa, con motivo de la celebración del Día de la mujer y la niña en la ciencia.

En ambos centros habló de ese gran desconocido, el cerebro. «¿Cómo vamos a curarlo si no sabemos ni cómo funciona cuando está bien?», se preguntaba Pérez Pereira tras su encuentro con la rapazada en Cabodeiro. Aunque la investigación ha avanzado mucho, «hace tan solo unos años aún se describieron nuevos tipos de neuronas en el cerebro humano», señala. «Una de las claves sería descifrar cómo una simple corriente eléctrica se transforma en una emoción, un color, o saberse las cinco primeras cifras decimales del número pi», señala. La ciencia tiene muchos misterios que desentrañar sobre el cerebro. «Nuestro conocimiento sobre él es como desmontar un coche pieza a pieza, tratando de adivinar cómo se mueve, pero sin haberlo visto nunca en movimiento. ¡Podríamos estar fijándonos en la tapicería en vez de en el motor!», señala Pérez Pereira.

Pero todas esas cosas que aún no sabemos sobre el cerebro no eran las que más preocupaban a la rapazada de A Illa con la que compartió «una experiencia preciosa». Niños y niñas de primero de Primaria, desbordantes de curiosidad, aguardaban a la científica —cuando pronunciaban la palabra lo hacían con cierta reverencia— con una lista de interrogantes en sus cabecitas. «Eran preguntas muy bien tiradas», explicaba Marta Pérez después.

¿Qué pasa en el cerebro cuándo te desmayas?, preguntan desde primera fila. «Hay veces que el cerebro se agobia mucho, mucho, mucho, y se apaga para protegerse. Al apagarse, los músculos se aflojan y nos volvemos como de plastilina», contestó Marta Pérez. ¿En el cerebro hay sangre?, dice una voz que acompaña a una mano alzada. «El cerebro come. Come mucho oxígeno, mucho azúcar, y toda la comida llega al cerebro por la sangre». ¿Y qué le pasa al cerebro cuando dormimos? «Cuando nos quedamos dormidos, al principio se relaja, como nosotros. Pero después empieza a funcionar y se pone tan loco, que hasta los ojos se nos mueven por la noche. Además, mientras dormimos todas las cosas que hemos aprendido durante ese día es como si se quedasen escritas en nuestras cabezas». Forma conocimientos y forma recuerdos, y almacena una cantidad de datos bárbara: «Todos sabéis muchísimas cosas: de qué color es el pelo de vuestros abuelos, cuáles son los tenis favoritos de vuestra madre... El cerebro tiene una manera muy especial de guardar la información y guarda más que todos los ordenadores del cole».

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