Los vecinos han preparado una concentración para mañana Critican a la Xunta por adoptar la medida sin consultar a los ciudadanos afectados
16 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?a retirada, por parte de la Consellería de Medio Ambiente, de algunas de las pasarelas de madera situadas en Corrubedo para dar acceso a las dunas, ha desatado el enfado de los vecinos de la parroquia de Olveira. Se quejan de que la Xunta adoptase esta medida sin consultar previamente a los ciudadanos afectados; y piden que las plataformas sean colocadas de nuevo en el lugar. Los ribeirenses aseguraron que se percataron de la desaparición de los accesos al complejo dunar hace unas semanas. Desde ese momento se han puesto manos a la obra para conseguir que el departamento autonómico cambie de opinión. Tanto los vecinos como la comunidad de montes de Olveira han iniciado una recogida de firmas y mañana por la tarde tienen previsto reunirse en las inmediaciones del arenal para poner de manifiesto su postura contraria a la retirada de las pasarelas. Vigilancia Entre las criticas formuladas por los ciudadanos de la capital barbanzana, se encuentra la imposibilidad de acceder a las dunas y a la playa. «Tenemos que ir o por la cala de A Ladeira o en coche por Río de Mar», explicó la presidenta de los comuneros de Olveira, Elvira Pérez Ageitos. Los vecinos de la parroquia entienden que debe haber una vigilancia para que los visitantes no causen perjuicios al complejo dunar, pero también creen que son necesarios unos accesos en condiciones. Tampoco ven adecuado que la Consellería de Medio Ambiente quitase las plataformas sin consultar a los afectados del parque natural de Corrubedo. En este sentido, Pérez Ageitos solicitó a la Xunta de Galicia que designe cuanto antes al presidente de la junta rectora del complejo, para que las decisiones que afectan al espacio dunar puedan ser consensuadas. «La colocación de las pasarelas fue acordada por todos los integrantes de este órgano, por eso ahora no entendemos por qué las quitan», dijo la presidenta de los comuneros de Olveira. La reducción de la zona de aparcamiento en unos tres mil metros es otra de las quejas de los ciudadanos, que consideran que el lugar para dejar los turismos es pequeño dada la alta afluencia de personas.