Cada año salen de las arcas locales dos millones para centros educativos

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Los concellos asumen gran parte de los gastos que correspondería pagar a la Xunta

19 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El 20 de enero del 2006, la Xunta, presidida entonces por el socialista Emilio Pérez Touriño, firmó con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) el pacto local, un acuerdo marco que resolvía un panorama diluido y poco claro en cuanto a las competencias sobre los centros sanitarios y educativos. Con él se establecía que el Gobierno autonómico tenía la obligación económica sobre estos servicios, buscando reducir la precariedad financiera de la Administración local. Y, aunque se han ido dando pasos para traspasar parte de esa carga, once años después, de las arcas municipales salen más de dos millones de euros anualmente para el mantenimiento de los centros educativos del área barbanzana.

A diferencia del ámbito sanitario, donde se van produciendo avances en los traspasos (aunque todavía seis concellos reclaman al Sergas que asuma sus centros de salud), esta cuestión no avanza al mismo paso en el área educativa, en donde los ayuntamientos siguen costeando gran parte de los gastos que corresponden a la Xunta según lo convenido en el pacto local.

Y es que solo en la zona hay más de 60 centros educativos públicos, entre escuelas infantiles, colegios e institutos. Para el mantenimiento de cada uno de ellos, las Administraciones locales invierten cada año una media de 40.000 euros, con los que se pagan las nóminas de conserjes y personal de limpieza, las facturas y las mejoras que cada curso son necesarias en unas instalaciones, en muchos casos, demasiado antiguas y que requieren obras de forma periódica.

Unanimidad

Entre los alcaldes barbanzanos hay unanimidad en esta cuestión, independientemente del partido al que representen: los gastos son muchos y que la Xunta los asuma supondría un importante desahogo para sus economías.

«Esta é unha vella reclamación», indica el regidor rianxeiro, Adolfo Muíños, quien en los últimos presupuestos consignó medio millón de euros solo para el arreglo de las escuelas del Centro Rural Agrupado, porque «non podiamos esperar máis por uns arranxos que a Xunta non parecía disposta a realizar».

«Hai que estar seguido facendo gastos: cambiando tellas, as caldeiras van vellas e os problemas saen de debaixo das pedras», indica el mandatario carnotano, Ramón Noceda. «É moita pasta», resume la alcaldesa muradana, María Xosé Alfonso. «Só o ano pasado en investimentos para melloras se foron uns 24.000 euros, pero aos gastos regulares hai que sumar os traballos que fai a brigada de obras municipal, que son difíciles de cuantificar», indica el titular del gobierno pobrense, Xosé Lois Piñeiro.

La cuantía para personal suele ser la más elevada. Por ejemplo, en Outes supuso el año pasado 77.822 euros; en O Son, 84.600; y en Boiro, 229.419, de los 632.000 euros que se destinaron a sus nueve centros públicos, una de las cifras más altas de toda el área barbanzana, según los datos proporcionados.