El fútbol sobrevoló Barraña

BARBANZA

Versión gris de un Boiro que nunca consiguió igualar la intensidad que imprimió sobre el césped un Caudal que fue una auténtica roca en tareas defensivas

20 mar 2017 . Actualizado a las 08:31 h.

Contra un viejo enemigo, la afición de Barraña presenció el partido más gris de la temporada. El Boiro fue una sombra de la digna versión que venía mostrando en su feudo. Se enredó el bloque de Fredi Álvarez en la propuesta de un Caudal que buscó minimizar los errores en la salida desde atrás a base de cañonazos en largo. Con los asturianos con una marcha por encima, los boirenses perdieron la velocidad en la fluidez del balón, convirtiendo en estéril su presencia en el césped. De la quema se salvaron Romay y Catú, este último sosteniendo un punto que puede ser clave.

El duelo arrancó con el Caudal siendo dueño del balón. Moviendo el esférico de una esquina a otra, el Boiro veía como la posesión le duraba segundos. Apretaba el bloque de un intenso Iván Ania, que con su fuerte presión solo dejaba milésimas para que los blancos moviesen la pelota. Estos fueron los mejores minutos asturianos, y también los de Catú, que aportó la pasión que faltaba sobre el césped.

Incapaz de sacar el balón jugado, Pato se convirtió en el camino hacia la portería rival. Intimidados por la presión, el uruguayo se encargó de jugar en largo con un Pedro Beda que perdió la batalla contra los zagueros visitantes. No fue hasta el ecuador del primer tiempo cuando el Boiro empezó a pisar campo rival. Romay fue el que más cerca estuvo del área contraria. El medio bajó el balón con la puntera y cogió velocidad hacia la meta asturiana, aunque su disparo fue repelido por la zaga de Mieres.

La polémica

Después de una falta de Rodríguez sobre el meta rival, el Boiro tuvo el 1-0 a un palmo. Romay, desde la banda izquierda, colgó el balón al corazón del área. Beda intentó dormirlo y, cerrado por los centrales, habilitó a Juampa, que solo en el vértice izquierdo pegó un zapatazo a la red. El gol, que pudo cambiar por completo el guion de choque, no subió al marcador. En la banda, el linier señaló un fuera de juego que la grada no había visto.

Fue ahí cuando el Boiro empezó a tener más presencia arriba, aunque con poco éxito. Cuando más apretado estaba, el Caudal dejó claro por donde quería que transitase el partido. Ante cualquier esférico que superaba la línea del medio del campo, los zagueros pegaban duro arriba, obligando a los boirenses a disputar el balón aéreo. Con esa estrategia, sacó Ania al Boiro de su zona de confort, y no estuvo lejos de amargarle la tarde. Con un disparo de Crespo desde el borde del área, y después de una dura falta de Oscar sobre Axel, ambos equipos enfilaron los vestuarios.

MARCOS CREO

Visto el primero, poco hay que añadir del segundo. El Caudal siguió parapetado en su filosofía de no complicarse la vida y el Boiro fue incapaz de darle fluidez al balón. El esférico lo monopolizaron Catú y Crespo, que no encontraban líneas de pase. Con el medio de campo sin llegar a carburar, Fredi dio entrada a Pillado, futbolista eléctrico. No parecía un mal movimiento, pero lejos de que tuviese balón, el Caudal lo obligó a pelearlo por arriba, minimizando así su habilidad para combinar entre líneas.

En el minuto 61, Fredi metió a Rubén Rivera para que aportase algo congénito al herculino: trabajo duro. El punta no falló a su cita con el esfuerzo y se desvivió en sus primeros minutos sobre el césped para darle dinamismo al juego. Colocando a sus compañeros sobre el césped, el capitán buscó los costados para sacar a los centrales de la cueva.

A pesar de los movimientos boirenses, el Caudal seguía tranquilo con su fútbol y comenzaba a hacer daño en balones en largo a sus puntas. Herbert, que entró por Rodríguez, tuvo el 1-0 después de un córner, pero la defensa logró despejar el balón antes de que el extremo golpease.

Romay, con un taconazo exquisito para Jimmy, dejó el detalle del partido, aunque de nuevo la zaga visitante sacó el balón prácticamente del estadio. Era el minuto 84, pero fue en ese momento cuando el Boiro estuvo más cerca de tirar a puerta. Tarde para el olvido en un duelo de claro color gris.

Valoración por jugadores

PATO SC

No le tiraron a portería en todo el encuentro. Se encargó de sacar el balón jugado desde atrás en la primera mitad con balones a Beda.

CRESPO 6

Estuvo correcto, pero los delanteros del Caudal le dieron problemas en el juego aéreo. Sin estridencias, siempre cumple sobre el césped.

JIMMY 6

No tuvo demasiada profundidad por la banda izquierda, pero no falló en defensa. No explotó su habilidad para asociarse con Juampa.

CATÚ 10

Si el Boiro pudo sumar un punto fue gracias al zaguero santiagués. Luchó cada balón como si fuese el último y se peleó con todos.

AXEL 6

No fue su mejor partido, aunque logró encontrar profundidad gracias a su físico. Su inexperiencia en la categoría le causó algún problema.

BORJA YEBRA 6

Gozó de escasos segundos para tocar y se tuvo que emplear con contundencia en el juego aéreo. El medio baja enteros si el balón no se rasea.

MANU RODRÍGUEZ 5

Tuvo poca presencia, tanto cuando se colocó detrás de Beda, como cuando ocupó la posición de interior. No fue su mejor actuación.  

JUAMPA 5

Cristian fue una pesadilla para el extremo boirense. El lateral rival le ganó la partida, aunque puso las mismas ganas que en el resto de curso.

GONZALO 6

Con el Caudal incidiendo continuamente con el juego aéreo, el pivote estuvo desconocido. Brilla con el balón en los pies, no cuando vuela.

PEDRO BEDA 6

La zaga asturiana le ganó la partida al brasileño. El Boiro intentó salir en largo con él, pero no estuvo acertado a la hora de bajar el balón.

ROMAY 8

Siempre aporta y contra el Caudal no falló. Dio aire al equipo y las mejores ocasiones de gol pasaron por los pies del mediapunta.

HERBERT 5

Estuvo fallón. Quiso agradar a la grada, pero erró balones sencillos que ayudaron a dinamitar la fluidez del juego barbanzano.

PILLADO 6

Entró para aportar vivacidad en el centro del campo. El arousano arrancó bien, pero fue desapareciendo con el paso de los minutos.

RIVERA 7

Saltó al césped para comérselo. Fue el que tuvo más colmillo arriba, pero estuvo muy solo. Se fue apagando con el paso de los minutos.