La siniestralidad laboral vuelve a repuntar tras una década de caída

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

Los sindicatos apuntan a la precariedad como principal causa del incremento

10 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras diez años de caídas, la siniestralidad laboral ha vuelto a repuntar en Barbanza. Durante los siete primeros meses de este año se produjeron 556 accidentes, una decena más que en el mismo período del ejercicio anterior. Con estas cifras encima de la mesa, desde los principales sindicatos apuntan a dos motivos. El primero es simplemente aritmético: a mayor número de contrataciones y trabajadores, más incidentes. El segundo, afirman, está relacionado con la precariedad laboral, que coloca a operarios con escasa formación, por lo tanto más vulnerables, en puestos comprometidos.

Lo que no ha variado en la última década son las localidades que registran más percances, que son Ribeira, A Pobra y Boiro, por este orden. La explicación es sencilla, ya que cuentan con el mayor tejido empresarial de la zona barbanzana. En cambio sí han variado los sectores donde se producen mayor cantidad. Desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el sector industrial se ha erigido como el número uno, mientras que la construcción ha caído a la cuarta posición, con 57 incidentes en lo que va de año.

El secretario xeral de CC.?OO. en Santiago y Barbanza, Carlos Pardo, apunta al factor de la precariedad como el mayor problema de los trabajadores en estos momentos: «Todo procede das reformas laborais de PP e PSOE, que deberían derrogar canto antes. Ante a falta de emprego, a xente, con tal de non perder o que ten, fai o que lle toque. Aínda que non se cubran as mínimas precaucións para desenvolver a faena con seguridade».

Intentar una utopía

El representante sindical afirma que el incremento de la contratación no debería llevar parejo un aumento en este tipo de incidentes:

«Do que se trata é do contrario, non podemos asumir que porque haxa máis xente traballando témonos que conformar con que aumenten estes casos. Hai que intentar que sexan o menor número posible. Sabemos que o 0 % é unha utopía, pero temos que intentalo igualmente».

Teresa Vidal, de la CIG, reconoce que la irrupción de las agencias de trabajo temporal tiene mucho que ver: «Agora a xente está collendo empregos de semanas. Hai moita rotación dentro das empresas e o risco aumenta. É necesario coñecer a maquinaria coa que se opera».

A su vez, coloca otro factor en la ecuación. Vidal apunta que la crisis ha impedido que muchas firmas cambien ciertos equipos, como pueden ser máquinas pesadas de gran coste, que se mantienen aunque no están en las mejores condiciones. A pesar de que entiende que los riesgos siempre existen, la sindicalista reconoce que la seguridad en las firmas barbanzanas ha aumentado considerablemente: «Hai unha maior concienciación por parte dos empresarios. Non só polas sancións que poidan recibir; nas empresas grandes incluso multan aos obreiros que non utilizan cascos, guantes ou botas regulamentarias».

Esta cuestión se sostiene con los datos que recoge el Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral. En el 2005, el número de incidentes registrados en todo el año alcanzó los 1.997. Para llegar a esta cifra en el 2017, los percances deberían cuadruplicarse en lo que queda de año.