El aumento de los robos de gasoil en camiones pone en jaque al sector

Á. Sevilla / p. Riveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Con el contenido de un depósito pueden llegar a ganarse más de mil euros en un día

15 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El gasoil se ha convertido en un objetivo prioritario para los ladrones barbanzanos. La facilidad que encuentran para robarlo, sumado a su buen precio, ha provocado que estas sustracciones se repitan continuamente cada año. La situación pone de uñas a los transportistas, que constatan un incremento de estas prácticas en el último mes, con especial incidencia en Boiro, A Pobra do Caramiñal y Noia. Las pérdidas pueden superar los mil euros por camión, un problema que, aseguran los propios profesionales, pone contra las cuerdas al sector.

La calle Avellaneda, en Boiro, fue el epicentro, durante la pasada semana, de las fechorías de los cacos. El vial es un punto muy utilizado por los chóferes, ya que se encuentra cerca de las viviendas y cuenta con iluminación durante la noche. A pesar de que está considerada como una zona segura, los ladrones no dudaron en reventar varios tapones de tanques de gasoil y llevarse más de un millar de litros.

«É unha sensación de intranquilidade continua. Ademais da perda económica que supón, tamén nos impide traballar durante días. Hai veces que tes que cambiar unha tapa, pero noutras o camión ten que pasar polo taller e xa quedas sen poder utilizalo durante unha semana», asegura un profesional del sector que prefiere mantenerse en el anonimato.

Durante un par de noches, los cacos consiguieron llevarse más de 1.500 litros, lo que equivale a unos 1.800 euros de beneficio. En principio, se cree que se trata de cacos de la zona. Desde las fuerzas de seguridad descartan que los culpables vengan de Santiago o Carballo. Transportar los bidones de gasoil es muy complicado, ya que podrían ser interceptados en cualquier peaje o control de carretera.

Ribeira se libra

Por el momento, en Ribeira, una localidad cuyos profesionales han sufrido este tipo de problemas varias veces este año, se están librando de esta última oleada. «Nas últimas semanas non tivemos nada, pero si hai uns meses. Se están roubando en Boiro e na Pobra non creo que tarden en vir por aquí. Estaremos alerta para que non pase nada», apuntó el patrón mayor de Ribeira, José Pérez, que reconoce que los camiones que estacionan en el muelle de la capital barbanzana son un filón para los cacos.

Las opciones que se barajan desde el sector para frenar esta sucesión de hechos delictivos pasan por dejar los camiones sin gasoil durante las noches. Instalar cierres de seguridad no llega para atajar el problema, ya que los ladrones fuerzan el tanque directamente causando todavía más daños. En ocasiones, en vez arrancar el tapón -que puede costar unos 200 euros-, también manipulan el aforador. Cambiar esta pieza puede suponerle al transportista más de 400 euros, ya que en su interior cuenta con partes electrónicas.

En A Pobra esta situación también se repitió en las pasadas fechas, cuando varios camioneros que trabajan para firmas del polígono de A Tomada sufrieron robos. Lo mismo sucedió en Noia, donde los profesionales tampoco saben qué hacer para sobreponerse a las sustracciones. Además de en los vehículos, el robo de gasoil incluso ha llevado a los delincuentes a entrar en campos de fútbol. En A Trinidade, en la parroquia Oleiros, reventaron las puertas del almacén para llevarse el combustible del tanque que se utiliza para que los futbolistas se duchen en agua caliente después de partidos y entrenamientos.