Victoria de prestigio en San Lázaro para espantar las dudas

BARBANZA

XOAN A. SOLER

El Boiro hizo sangre de un Compostela que suma dos derrotas consecutivas

17 sep 2017 . Actualizado a las 23:54 h.

El Boiro recuperó oxígeno en la capital gallega y sumó una victoria de prestigio que ayuda a espantar las dudas tras un tímido arranque liguero. El bloque de Lemos se llevó tres puntos ante un Compostela muy pobre y sin apenas recursos en ataque. La derrota sufrida en Vilalba la pasada semana pasó factura en el bloque local, que en sus dos salidas de este curso encajó siete goles. Yago Iglesias dejó en el banquillo a Lucas y le confió la portería a Lorenzo. Tampoco salieron de inicio el centrocampista Mon y el delantero Santi Gegunde.

Para afrontar este tercer compromiso en San Lázaro, el once blanquiazul cambió su discurso habitual. Tal vez por miedo, por nerviosismo e inseguridad, el Compos partió con muchas reservas, sin poder o sin querer manejar los tiempos del partido. El Boiro fue más valiente en los primeros compases del choque y llevó la iniciativa. Tuvo más posesión y fue encerrando poco a poco en su parcela al rival, aunque sin profundidad.

Masticando

Con el paso de los minutos, el Compos se estiró un poco más y asumió algo de riesgo. El Boiro no cambió el guion y se limitó a jugar con pausa. Apostó por dormir el duelo y buscar alguna vía de penetración en la insegura zaga local. La primera gran ocasión del encuentro la desperdició Rubén, pese a irse bien de su marcador con un buen regate. A la hora de finalizar la jugada, el extremo estuvo muy lento y cuando decidió rematar ya se le echó encima el defensor.

Antes de cumplirse la primera media de juego, el Boiro golpeó con fuerza al resolver Yahvé una buena acción de ataque. El centrocampista, que no celebró el gol por su pasado compostelanista, batió a Lorenzo con un sutil lanzamiento raso y ajustado al palo, tras asistir Hugo de tacón dentro del área. El acierto ofensivo del Boiro fue una losa para el Compos, que no supo reaccionar.

El segundo gol

En el arranque del segundo tiempo apenas cambiaron las cosas. El Boiro se encerró y buscó en la contra el segundo y la sentencia. El Compos se animó y pisó el acelerador. Sin embargo, la paciencia del Boiro encontró premio. Marcó el segundo y tumbó al Compos. Cano, con un buen disparo, sorprendió a Lorenzo.

Con el 0-2, Yago Iglesias buscó soluciones en el banquillo. Movió ficha y puso en juego al atacante Santi Gegunde para buscar el gol que nunca llegó y al centrocampista Tomás Abelleira para dinamizar la línea de creación, algo que el Compos casi nunca tuvo durante el encuentro.

En la media hora final, el Boiro no arriesgó, se limitó a esperar y a conservar la cómoda renta ante un adversario sin imaginación y que casi nunca inquietó a la zaga visitante. En el último minuto, los barbanzanos ridiculizaron al Compos con el gol de Otero.