Preguntas de un lego

josé antonio ventoso mariño FOGUETES

BARBANZA

19 sep 2017 . Actualizado a las 05:10 h.

N ecesitamos que las instituciones actúen y no sigan con el cuento de Pedro y el lobo. Preguntas de un lego: ¿Una vez que el Parlamento catalán usurpa la legalidad constitucional y proclama el estado catalán, cuáles son los límites territoriales del nuevo Estado? ¿Incluyen como pueblo catalán a los países catalanes, Valencia, Baleares y Alto Aragón? ¿Sigue vigente la Constitución en el resto de España o hay que hacer una nueva? ¿Quién decide en base a qué uno es un ciudadano catalán: el DNI, la tarjeta sanitaria -en este caso, votarían extranjeros e inmigrantes que trabajan en Cataluña, pero no tienen nacionalidad española-, el libro de familia o el contrato laboral? ¿Cuál será la edad mínima para votar? Si estas decisiones las tiene que tomar la comisión electoral, cinco personas independentistas se convierten en depositarios de la soberanía, usurpan la hipotética legitimidad del Parlamento Catalán y actúan como juez y parte.

Alguien se plantea, como modelo de acción democrática, aceptar que en mitad de un pleno municipal, el alcalde lo interrumpa para proponer, apoyado en su mayoría absoluta, que a partir de ya los plenos sean cada seis meses, la oposición solo tenga un portavoz, las licencias se den por decreto y los planes de urbanismo o el presupuesto los apruebe la junta local de gobierno, anunciando a continuación un referendo con urnas en la calle como prueba de su talante democrático y su voluntad de que hable el pueblo.

He visto a la mayoría de los catalanes resistir de modo pacífico a la tropelía golpista que dirige y agita un partido político denominado CU, confiando en la capacidad de las instituciones democráticas para frenar esa locura totalitaria. Me reconforta el valor cívico del portavoz de Izquierda Unida en defensa del PP en el Parlamento catalán y su discurso de condena a los deseos de la minoría golpista de limitar los derechos de los diputados de la oposición y el bochornoso espectáculo de Podemos de llamar fascista a su portavoz y exigirle que dimita o marche al grupo mixto por defender el derecho a discrepar. Esta es la verdadera ideología de los asamblearios: la democracia son ellos y el resto escoria.

Todos deberíamos hacerles llegar nuestro apoyo. Los demócratas no podemos callar. En cada plaza y pueblo nuestro grito debe ser contundente. Todos somos Cataluña, porque todos somos España y deseamos seguir compartiendo el proyecto común que alberga la Constitución. Por cierto, ¿alguien puede decirme en qué consiste eso del problema catalán y la cuestión catalana?

No es cuestión de derecha o izquierda, sino de la firme defensa de los valores cívicos y ciudadanos que el gobierno, los jueces, las fuerzas de seguridad y los ciudadanos tenemos la obligación de preservar. Quien calla es un colaboracionista con el golpismo de los sediciosos contra los demócratas. No valen medias tintas. Justificar el golpe en Cataluña es colaborar con el golpismo.

¿Pueden los antidemócratas crear un orden democrático? La respuesta es no. En ese caso, tolerancia cero con los usos antidemocráticos porque son xenófobos, autoritarios y demófobos.