La comarca afronta la peor sequía de los últimos diez años

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. ALVITE RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La escasez de agua ya ha provocado problemas de abastecimiento en la zona de Muros

24 sep 2017 . Actualizado a las 14:48 h.

En lo que va de año, las precipitaciones solo han aparecido por los cielos barbanzanos en 62 días. Según los datos recogidos por Meteogalicia en su estación de Corrubedo, son 30 jornadas menos que el mismo período del año pasado en las que se han recogido 547 litros de agua por metro cuadrado, un 45 % menos que en el 2016.

Con estos datos y teniendo en cuenta que tanto el otoño como el invierno pasados también estuvieron marcados por una anormal reducción de las precipitaciones, no resulta extraño que el estado que presentan a día de hoy los ríos y embalses de la zona resulte seriamente preocupante.

Tanto es así que las principales masas de agua que discurren por tierras barbanzanas apenas están a la mitad de su capacidad normal para esta época. Especialmente grave es la situación del pantano Barrié de la Maza con un volumen de agua embalsada de solo seis hectómetros cúbicos -la misma semana del año pasado acumulaba 14- y se sitúa como la cifra más baja de la última década. Otro tanto sucede con la presa de Santa Uxía, situada entre Mazaricos y Dumbría, que se encuentra al 60 % de su capacidad, doce puntos menos que hace justamente un año.

Mejores cifras presenta, sin embargo, el embalse de A Fervenza que ha recuperado parte del nivel perdido durante el verano hasta alcanzar los 36 hectómetros cúbicos, el 45 % de su capacidad total.

Esta situación de escasez de agua se ha traducido en numerosos problemas de abastecimiento, principalmente en la comarca de Muros. El caudal de ríos como el Valdebois, el Valdexería, el Rateira, o el Maior ha descendido notablemente, pero la peor parte se la lleva el Adraño, que surte el abastecimiento de agua potable a varios concellos.

También en los manantiales aprovechados para traídas comunales de la comarca el nivel del agua experimenta límites no conocidos en otras ocasiones, lo que ha motivado cortes temporales en el suministro de agua.

Cabaña ganadera

Las cabañas de ganado, ya escasas en la zona, no padecen restricciones importantes, ya que las fuentes de las que se abastecen sus abrevaderos aún no han secado, aunque cada semana se aprecia una disminución del agua.

Esta situación podría normalizarse si las predicciones se cumplen y las precipitaciones regresan este otoño. El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Galicia, Francisco Infante, apuntó que «el otoño será normal, y aunque en octubre se mantendrá la inercia de los últimos meses con menos lluvias, está previsto que a partir de noviembre se produzcan abundantes precipitaciones que ayuden a compensar esta falta de lluvia». Según sus cálculos, en enero se podría recuperar la normalidad.