La formación de un banco de arena en O Areal dificulta la entrada al muelle

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El Ministerio de Medio Ambiente inició los trámites para regenerar la playa de A Pobra

07 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las mareas vivas de los últimos días han sacado a la luz la importante transformación que ha sufrido la playa de O Areal, en A Pobra, como consecuencia de las corrientes de agua y la construcción del puerto comercial, que han provocado un trasvase de arena que ya está causando serios problemas a la actividad náutica y marisquera. Por este motivo, desde el Ministerio de Pesca, Agricultura y Medio Ambiente han anunciado que llevarán a cabo un seguimiento de la evolución de la playa en los próximos meses para ver si es posible realizar una regeneración y que todo vuelva a su sitio.

Una de las principales consecuencias que ha traído el corrimiento de arena es que se ha creado un gran banco de esta en el medio del mar, y cuando está la marea baja sale a la luz como un especie de duna que une la zona de San Antonio con el puerto deportivo. Precisamente, en esta cercanía a la entrada del muelle náutico está el principal peligro, puesto que los barcos con mayor calado tienen dificultades para poder entrar en los pantalanes cuando hay bajamar.

El problema no solo afecta al puerto deportivo, sino también a las embarcaciones que utilizan la rampa pegada a la playa de O Areal -frente al mercado de abastos-, muchas de las cuales ya sufrieron este verano los inconvenientes originados por esta lengua de arena que surgía del mar, y que les obligó a esperar a que subiera la marea para poder botar las barcas.

La otra secuela que han provocado las corrientes es un trasvase de áridos que se han movido de la zona central de O Areal y ha terminado en San Antonio. Esto ha derivado en que, lo que es la playa propiamente dicha, tenga su orilla sembrada de un auténtico pedregal, que ha sido objeto de queja por parte de los mariscadores y también de los bañistas que la utilizaron durante la época estival.

Paralelamente, el entorno marítimo de San Antonio ha visto como su tamaño se acrecentaba a pasos agigantados con este aporte de arena, que provoca que durante la bajamar su extensión llegue a multiplicarse por cuatro.

Evolución

En el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente conocen bien los cambios que ha sufrido esta playa pobrense, y las consecuencias que está teniendo para la actividad náutica y también marisquera, ya que los bancos de extracción de almeja se han reducido considerablemente y ahora mismo se concentran casi exclusivamente en la zona más pegada a San Antonio.

El objetivo del Gobierno será «analizar la situación de la playa y hacer un seguimiento de su evolución durante el otoño e invierno», unas estaciones especialmente importantes porque con los temporales también suele haber un gran trasvase de arena, lo que contribuiría a agravar todavía más el problema. Según los cálculos del ministerio, en primavera se sacarán las conclusiones oportunas sobre el estado del arenal, «y en base a ello se adoptarán las medidas que correspondan», apuntaron.