España arde, Galicia se quema

josé antonio ventoso mariño

BARBANZA

21 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia se incendió, murieron cuatro personas y los políticos siguen de perfil. El gobierno considera responsable de los incendios a la mano negra del terrorismo incendiario. Mismos argumentos que en el 2006. Los que gobiernan ahora acusaban en el 2006 al Bipartito de ser responsables de la muerte y de los incendios, once años después se repite la historia y nadie se pregunta: ¿Por qué se queman los montes? En Galicia se aplicó el articulo 155 de la Constitución: medios técnicos «a eito», participación del ejército y la aviación en el sofoco del fuego y colaboración de comunidades autónomas para frenan el desastre medioambiental.

¿Quién discute o critica en Galicia la necesidad de colaboración del estado? Nadie con sentido común.

Cataluña arde desde hace dos años, el deterioro económico y social es evidente. Las empresas huyen, la inversión se desvanece y la convivencia se crispa. La respuesta para acabar con ese gigantesco incendio, hasta el momento es ninguna. Se deja extender el frente sin aplicar medidas para su extinción, y a pesar de tener las fuerzas de orden público atracadas en el puerto de Barcelona (14 millones diarios), no se autoriza que actúen, se les obliga a ejercer de insumisos. El fuego crece y el gobierno descansa, deja su extinción en manos de los jueces. ¿Son ahora los jueces los bomberos?

Somos muchos los que no acabamos de comprender los planes de Rajoy. ¿Tiene alguno o espera que se apague solo? Todo se reduce a emplear de ariete al Tribunal Constitucional, a los partidos políticos y a los ciudadanos de buena fe gritando Cataluña es España, entretanto Rajoy y su Gobierno dicen que hacen sin hacer mas que decir, pero las urnas aparecieron en los colegios electorales y cada día una trastada sigue a la otra.

El gobierno sigue de vacaciones, amagan con el 155 pero no lo aplican. ¿Será cierto el rumor de que estamos sin Gobierno ,en un barco a la deriva en medio del temporal? Los incendiarios tienen sus razones. Unos aman ver arder el monte, otros prender fuego. Unos queman maleza y se les va la mano, otros quieren asegurar la carga de trabajo del próximo año. ¿Por qué no se les escucha? ¿Por qué no se practica diálogo? ¿Acaso tienen menos derechos que los golpistas catalanes? O se negocia previa amnistía, como Rajoy prometió a las huestes de Oriol Junqueras si vuelven al redil, o se les acusa de sedición y que los jueces apliquen las leyes.

Me asombra escuchar a Rajoy: «Lo urgente es no hacer nada». Ante la falta de responsables, todo se reduce a la búsqueda de culpables: en Cataluña, la Constitución; en Galicia, el eucalipto. En Portugal hay políticos que dimiten.