El ahorro y la facilidad de instalación atraen a los clientes a este sistema
18 nov 2017 . Actualizado a las 12:30 h.La progresiva subida del gasoil y de la tarifa eléctrica, a la que este año habrá que sumarle el acuciante problema de la sequía, se han convertido en dos factores fundamentales que han provocado que muchas familias de la comarca hayan decidido cambiar sus instalaciones de calefacción por las cada vez más extendidas estufas de pellets. Se trata de una tendencia que tres firmas de la comarca han observado en los últimos años, como es el caso de Electro Vidal, ASL y Roymagasa Instalacións.
Este sistema, que se ha ido imponiendo a los más clásicos, utiliza como combustible un tipo de biomasa compuesto por serrín y virutas prensadas procedentes de restos agrícolas o industriales que, prácticamente, no genera ceniza ni hollín. Además, el pellet cuenta con una gran durabilidad respecto a su conservación de un invierno para otro.
«Hoxe en día, o que busca o cliente é o prezo. É certo que tamén se implica no aforro enerxético, pero soen ser produtos máis caros que poden botar atrás», explica Emilio Domínguez, responsable de Electro Vidal, empresa que ha incrementado considerablemente la instalación de estufas de pellets. No obstante, y en el marco de las numerosas tareas de revisión, mantenimiento y purgado de calefacciones que realizan, Domínguez considera que es pronto para aventurar el fin de las calderas de gasoil o de radiadores eléctricos.
Cuotas de consumo
«Trátase dun consumo controlado polo propio cliente, e do gasto anual pódese aforrar un 50 % respecto da electricidade e un 70 % en relación ao propano», apunta Roberto Sestayo, gerente de Roymagasa Instalacións, para destacar que «un saco de pellets custa sobre tres euros e pode render varios días. Así esquéceste de cotas de consumo ou de recargar caldeiras».
En esta firma se lanzaron de cabeza al mercado del pellet hace ya varios años y se ha convertido en el 80 % del volumen de su negocio. «A obra civil é mínima, pódense instalar no mesmo día ou se é un sistema de pellets canalizado, en dous», indica Sestayo, cuyo negocio lleva el servicio técnico de una marca italiana que les está dando gran rendimiento y resultados.
Sin embargo, esta tendencia está supeditada a otros factores, tal y como explican en la empresa especializada ASL. «Mentres o gasóleo estea en alza seguirase consumindo o pellet, sempre e cando continúen as axudas para instalar este tipo de calefacción. Penso que despois a xente volverá á comodidade do gasóleo», afirma José Manuel Suárez, responsable comercial de ASL.
En base a la experiencia de las últimas campañas de invierno, desde esta firma aconsejan no sustituir la antigua instalación a la hora de implantar una estufa de pellets, «recomendo combinar os dous modelos durante un tempo para analizalos. Hai que lembrar que o pellet require de revisión, mantemento e carga, mentres que a caldeira é darlle a un botón». En su establecimiento cuentan con una amplia variedad de modelos de ambos sistemas.
El diseño importa
«Nós non montamos unha estufa de pellets normal, damos prioridade ao deseño e ao aspecto decorativo», puntualiza Emilio Domínguez, de Electro Vidal. Y es que otro de los atractivos que han llamado la atención del consumidor de este sistema de calefacción es el ambiente cálido y hogareño que generan las llamas, al igual que una chimenea. En ese sentido, las tres firmas ofrecen distintos tipos de estas estufas: la de aire, que es la más extendida; la de canalización, que permite calentar habitaciones contiguas, y la térmica, que alimenta un sistema de radiadores de agua.
Pero el pellet no tiene por qué ser siempre la mejor opción. «Recoméndollo á xente nova, pero non lle metería un aparato electrónico destas características a persoas maiores», dice Suárez, de ASL, que de la misma forma no termina de ver «o gasóleo para un piso se non é comunitario». Por eso, las tres empresas aconsejan pedir opinión, ya que cada vivienda tiene sus características.