Salvador Manuel Saíñas Millán: La corta carrera de un padre que comenzó a luchar joven

BARBANZA

De carácter tranquilo, le encantaban la carpintería y la mecánica

24 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay vidas que nacen cargadas de obstáculos y es preciso armarse de fortaleza para no tirar la toalla. Luchar desde joven fue, precisamente, lo que hizo el ribeirense Salvador Manuel Saíñas Millán, en una carrera que ha concluido demasiado pronto.

Su padre falleció cuando él tenía 18 años. Era el mayor de cuatro hermanos, por lo que tuvo que comenzar a pensar como un adulto para ayudar a su madre en el sostenimiento de la economía doméstica. Con empuje y unidad lograron salir adelante y a Salvador Saíñas le llegó el momento de formar su propia familia. Lo hizo con Amelia Paz, con la que tuvo dos hijos, pero, de nuevo, las cosas empezaron a torcerse. Al igual que le ocurrió a él con su padre, ellos no lo verán envejecer ni jugar con sus nietos. Con solo 38 años, un cáncer de pulmón segó la vida de este ribeirense, del que sus allegados destacan su carácter tranquilo y apacible. Aseguran que era todo un padrazo, dedicado a su familia.

Acostumbrado a luchar, tampoco se dejó amilanar por una enfermedad cuyo origen siembra las dudas de su familia. Salvador Saíñas disfrutaba haciendo ejercicio y siempre que su tiempo se lo permitía practicaba el buceo o la natación. En sus bolsillos no había lugar para los cigarrillos ni en su estómago, para la comida basura.

La carpintería y la mecánica eran dos de sus aficiones, por lo que era frecuente verlo haciendo diverso tipo de trabajos.

El radón

El hecho de que se viera afectado por el cáncer tan joven y sin hábitos que pudieran ser un desencadenante llevó a los facultativos que lo atendieron a barajar la posibilidad de que el radón hubiera sido la causa de la enfermedad. Su mujer, Amelia Paz, explicó hace una semana a este medio que durante tres meses tuvieron instalado un medidor. Arrojó unos niveles de 170 becquerelios por metro cúbico, una cifra que aunque está dentro de los límites se considera elevada.

Amelia Paz manifestó estar segura de que el radón era el culpable del cáncer de su marido. Salvador Saíñas Millán se sometió a un tratamiento experimental, pero la metástasis acabó afectándole a otros órganos vitales.

Trabajaba en una empresa del polígono industrial e, incluso, pese a los ingresos hospitalarios, intentaba cumplir con su labor.

Será enterrado hoy en Palmeira. Sus restos mortales saldrán desde el tanatorio de Xarás a las 16.15 horas con destino a la iglesia de San Pedro de Palmeira, en la que se celebrará un funeral de cuerpo presente y, posteriormente, tendrá lugar el entierro en el cementerio de esta parroquia ribeirense.