Lucía Romaní: Una exposición con muchos secretos

Ana Lorenzo Fernández
ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La ribeirense muestra en La Doce una colección de ocho piezas muy intimistas

19 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Se define como «una artista multidisciplinar que no se cierra a ninguna técnica», y a la que la galería La Doce le ha dado la oportunidad de volver a coger los pinceles. «Hacía tiempo que no pintaba, lo había dejado un poco de lado, y gracias a esta exposición lo he retomado», confiesa Lucía Romaní (Ribeira, 1981), quien hasta principios del próximo mes de julio expone en la sala de arte boirense la muestra La voz de los cuerpos. Esta no es la primera vez que sus obras se exhiben en la comarca barbanzana, puesto que ya han recorrido varios centros culturales de Ribeira, Porto do Son o Rianxo, aunque la mayor parte de las veces se trataba de muestras colectivas.

«Hacía años que no montaba una exposición individual y ya me apetecía. Además, el hecho de haber puesto una fecha para inaugurarla me ayudó mucho a la hora de concretar plazos», explica la ribeirense. Fue la propia María Magán, responsable de La Doce, la que la invitó a colgar sus cuadros en la galería boirense después de coincidir con ella en un curso, aunque ya se conocían de la Facultade de Belas Artes.

La artista ribeirense no tiene predilección por ningún tema a la hora de realizar sus creaciones, y tanto pueden ir sobre aves como representar las más variadas frutas. En este caso, los ocho cuadros que se pueden ver en La Doce «están relacionados con el paisaje, pero desde una visión intimista. Son paisajes más interiores que tienen que ver con estados anímicos, olores, formas y situaciones personales. Son paisajes que hablan un poco de mí, de mis vivencias».

Lucía Romaní también concreta que, además de lo que se puede ver a simple vista en sus cuadros, también hay una parte oculta en ellos, «incluso surrealista. Siempre lo más evidente da pie a que haya algo detrás». Esto explica que, aunque muchas de las obras tomen como referencia lugares reales que ella ha visitado -como la isla de San Simón, la Baixa Limia, Lanzarote o Sudamérica-, otros sean totalmente inventados.

Textos explicativos

Para comprender un poco mejor cada una de las ocho creaciones, la joven ribeirense las ha acompañado de un texto en el que intenta explicar un poco los motivos que la llevaron a pintar estos cuadros. «Detrás de cada cuerpo visible hay un secreto, lo que en realidad es. Espacios soñados, deshabitados e inaccesibles, rincones silenciosos, lejanos y ajenos horizontes protegen lo desnudo», destaca. Para completar toda la muestra, Lucía Romaní también ha realizado una intervención que ha colocado en el escaparate de La Doce.

La artista ribeirense ha compaginado la creación de estos cuadros con su trabajo en el taller Zoográfico de Vigo, que dirige en compañía de una compañera de Belas Artes. «Allí damos clase de pintura, dibujo, escultura y todo lo relacionado con la creatividad, tanto a niños como a adultos». A este trabajo también añade algunas sustituciones que hace esporádicamente en la facultad pontevedresa.

Además, la artista ribeirense tiene entre manos una iniciativa muy bonita, puesto que dentro de unos días viajará con un grupo de compañeros para realizar un original proyecto en un pequeño pueblo de Finlandia. «El objetivo es unir arte y naturaleza, y lo que vamos a hacer es una intervención efímera en una zona natural. Será una creación que va a desaparecer con el paso del tiempo», explica Lucía Romaní, que considera esta iniciativa como una especie de residencia artística.

Asimismo, está pendiente de concretar los plazos para poder impartir en el mes de septiembre un taller para gente joven en el municipio ribeirense, y también está a la espera de que en breve salga a la luz una publicación del colectivo Axóuxeres cuya portada ha sido realizada por ella.

Muestra. La exposición lleva por título «La voz de los cuerpos», y se puede visitar hasta el próximo 9 de julio en la galería La Doce de Boiro.

Temática. Las obras representan ocho paisajes, muchos de ellos son reales, aunque también hay otros inventados.