Demasiado castigo en Cangas

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Dos goles a balón parado al término de la primera mitad dieron ventaja a un Alondras que sufrió tras el gol de Changui y que sentenció con el 3-1 de Arsen

21 oct 2018 . Actualizado a las 22:33 h.

Demasiado premio para el Alondras, o demasiado castigo para el Boiro. Así terminó el encuentro en Cangas do Morrazo. El 3-1 final desdibujó el buen papel realizado por los barbanzanos, que vieron como el Alondras golpeaba como un martillo con dos jugadas a balón parado en la primera mitad. El 2-0, logrado en un impás de tres minutos, dejó grogui al conjunto de López, que esta vez no pudo tirar de épica.

El duelo comenzó con un Boiro muy metido. No falló el técnico pobrense alineando a Anxo como punta y a Toño a su costado. El movimiento surtió efecto e impidió que Yahvé e Iván Pérez moviesen el balón con fluidez, bloqueando así la mayor virtud local. El Boiro, muy bien asentado, escribió el guion del primer tiempo con muy buena letra.

Todo cambió en un segundos. A pesar de que los barbanzanos no sufrieron demasiado sobre el césped de O Morrazo, un córner se convirtió en momento fatídico para los de Barraña y en oro para los de Cangas, que vieron como Abel, libre de marca, anotaba el 1-0 con un cabezazo inapelable. El golpe dejó helado a la escuadra visitante, que recibió el segundo gancho poco después. En una falta lateral, Jonas envió de nuevo el balón al fondo de las mallas. El 2-0 era un auténtico Everest.

Cambios

Varió el esquema Rubén López tras pasar por vestuarios. Changui y Teira saltaron al césped por Pozas y Elier. Los cambios surtieron efecto y los barbanzanos, necesitados de goles, comenzaron a dominar el balón y a crear peligro, atrincherando al Alondras en su propia área.

La insistencia se tradujo en el minuto 58 en el gol de Changui. Paco dobló por la derecha y conectó con el presidente y delantero, que no falló y firmó el 2-1. El tanto avivó a los barbanzanos y metió en problemas a un Alondras incapaz de hilvanar su fútbol de toque.

Con un sinfín de llegadas al área, faltas cerca de la frontal y saques de esquina, el Boiro vio como el tiempo seguía corriendo sin que el 2-2 llegase al luminoso. Con ambos laterales muy profundos, el partido se convirtió en una ruleta rusa. A pesar de que Rodri y Ander estuvieron perfectos, el Alondras aprovechó los espacios a la espaldas para cerrar el duelo con el 3-1 de Arsen en el descuento.