Juan Carlos Pérez: «Hay familias con escasos recursos cuya integración social va a ser difícil»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

La asociación busca un nuevo local para poder ampliar su oferta de actividades

22 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Director de Cáritas de Noia desde hace más de dos años, Juan Carlos Pérez Oviedo afirma con preocupación que «la pobreza se está cronificando», y llega a asegurar que, pese a la mejoría económica, la situación de algunos estratos sociales «se ha estancado». Por eso, más allá de proporcionar alimentos, ropa o sufragar el coste de servicios básicos, la entidad de la que es responsable busca dar un paso más, proporcionando a los beneficiarios herramientas que les permitan poder mejorar su situación: «Hay familias con escasos recursos cuya integración social va a ser difícil».

La organización noiesa costea clases de refuerzo para hijos de los usuarios, en un intento por acabar, explica, con el elevado índice de fracaso escolar que tienen. Asimismo, Juan Carlos Pérez Oviedo comenta que, por primera vez, este año realizaron un curso de cocina, «para enseñarles a preparar los alimentos que les entregamos cada mes».

Tras un período con una elevada afluencia de personas que buscaban la ayuda de Cáritas, el director manifiesta que, desde enero, hay un descenso: «Hemos bajado un 22 %. Ahora tenemos una media de un centenar de familias. Algunas se han ido del municipio y otras han conseguido un empleo».

Pobreza energética

El número de usuarios ha bajado, pero Juan Carlos Pérez Oviedo subraya que «las necesidades de pago de alquileres han aumentado». Otra de las grandes preocupaciones de la entidad es la pobreza energética. El director indica que, en los próximos días, técnicos de Cáritas a nivel gallego acudirán a Noia para explicarles cómo tramitar el nuevo bono social para las familias a las que les están pagando la electricidad: «Así quedarán protegidas, porque aunque no paguen el recibo, no les cortarán la luz». Durante el primer semestre del año, la organización desembolsó 645 euros en concepto de suministro eléctrico.

Pensando en los rigores del invierno, el colectivo efectuará el próximo mes una campaña para la consecución de ropa de abrigo. Las voluntarias ya están efectuando una clasificación de las prendas del ropero y, además, se buscará la colaboración vecinal para la consecución de mantas u otros enseres que puedan resultar de utilidad.

Asimismo, Pérez Oviedo comenta que Cáritas posee una veintena de estufas de butano que, cada invierno, cede a las familias, al tiempo que asume la compra de las bombonas: «Una empresa nos vende las estufas a precio de coste. Es el mejor sistema de calefacción porque muchas viviendas carecen de potencia suficiente para enchufar un radiador. Además, pueden moverse a las habitaciones. El pasado año resultó un éxito».

En la actualidad, Cáritas de Noia realiza una campaña para reunir productos de aseo personal e higiene bucal: «Fue idea de una voluntaria, que detectó importantes carencias, especialmente en los niños. Las farmacias de Noia han colaborado de manera fantástica y estamos preparando unos paquetes para entregar a los usuarios».

El director manifiesta que la entidad tiene muchos proyectos, pero comenta que es prioritaria la consecución de un nuevo local para materializarlos: «Tenemos uno cedido por la parroquia, lo que agradecemos, pero querríamos disponer de un espacio con alguna sala para la realización de cursos. También para habilitar una zona de ocio para los niños y que cada tarde, además de estar entretenidos realizando actividades, pudieran recibir una merienda. Si conseguimos este objetivo, creo que podríamos incorporar actividades vitales y que resultarían muy beneficiosas para las familias».

El colectivo. Desde abril del 2016, Juan Carlos Pérez Oviedo dirige Cáritas de Noia. La organización está integrada por 20 voluntarios, pero el responsable comenta que son una docena quienes llevan el peso. Afirma que su labor es imprescindible para que todo funcione.