Un pedazo de la historia de A Pobra que languidece

Antón Parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El Concello se reunió con los dueños del histórico hospital de peregrinos para garantizar su conservación y futuro

22 ene 2019 . Actualizado a las 21:13 h.

Las callejuelas de la villa pobrense esconden auténticas joyas del pasado. No obstante, en algunos casos, aquel esplendor señorial con el que contaban ciertos edificios ha ido mitigándose. Este es el caso del Hospitaliño de Peregrinos de la Rúa da Feira, un inmueble del siglo XVII del que muchos vecinos desconocen su alto valor patrimonial e histórico. En la actualidad, este edificio de titularidad privada arrastra un largo proceso de deterioro que continúa agravándose.

El hecho de que esta casa de hospitalidad cuente con la declaración de Bien de Interés Cultural en el PXOM y que también forme parte del registro de la Dirección Xeral de Patrimonio no es una casualidad. Junto con el Hospital de Peregrinos noiés, simboliza el único vestigio del fenómeno asistencial del Camino de Santiago en Barbanza. Son motivos más que suficientes para que el Concello de A Pobra se haya fijado el reto de garantizar la conservación del vetusto dispensario, una tarea que ya ha comenzado tras mantener una reunión con sus actuales propietarios.

«Mantivemos un encontro para falar da posibilidade de adquirir o inmoble para a súa posterior rehabilitación», explicó el regido pobrense Xosé Lois Piñeiro, adelantando que, de momento, no estaría claro su futuro uso como espacio municipal porque el primer paso a dar deberá ser la rehabilitación para mantener la integridad de la estructura.

Posibles usos

El alcalde de A Pobra también indicó que se han estudiado algunos posibles fines para el Hospitaliño de Peregrinos, acordes con las características patrimoniales que lo definen. En este sentido, Piñeiro señaló que podría ser una sala que complementase al Museo Valle-Inclán, lo que permitiría trasladar distintas piezas que no guardan una relación estricta con el autor de Luces de bohemia, como un ara votiva romana -un altar- y musealizar otros fondos que se encuentran almacenados actualmente.

Tras esa toma de contacto inicial, el alcalde indicó que la siguiente fase será la de la elaboración de un informe técnico en el que se argumenten las necesidades de comprar el edificio y donde se especifique la valoración económica final de este. «O certo é que para a adquisición non hai moitas liñas de crédito», anotó Xosé Lois Piñeiro, indicando que para el acondicionamiento sí se abrirían otras posibilidades: «Podería ser unha obra que entraría perfectamente no remanente do 2018, para ser aprobada neste, pero estaría pendente a negociación do prezo final cos propietarios».

Otros casos similares

El alcalde pobrense también explicó que el Hospitaliño de Peregrinos no es el único inmueble cuya necesidad de conservación se encuentra en índices similares. El ejecutivo municipal también ha estado estudiando cómo como conservar los restos de la Casa da Cadea, pazo del que tan solo ha sobrevivido su fachada. Al interés sobre estos dos casos arquitectónicos se sumarían los de varios yacimientos, como el castro de A Croa.

«Calquera edificio que representa unha parte da historia dun pobo debe ser conservado, pero os hospitaliños non só gardan a memoria do pobo da Pobra, senón que foi parte da estrutura do Camiño de Santiago», explicó el presidente de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego, el arquitecto Carlos Fernández Coto, de la importancia de impulsar la rehabilitación del dispensario, que desde el siglo XVIII se usó como capilla de Ánimas, antes de su ocaso.