Las leira párking cotizan al alza en el litoral

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Las restricciones de Costas para aparcar en las playas fuerzan la búsqueda de fincas próximas, por parte de los ayuntamientos, para ofrecer servicio a los usuarios

17 jul 2020 . Actualizado a las 21:08 h.

Hace tiempo que la elevada afluencia de vehículos a los arenales constituye una fuente de problemas. Durante los últimas campañas estivales, la escasez de estacionamientos motivó la ocupación de espacios protegidos, como las dunas, lo que provocó que Costas frenase esta invasión aumentando la vigilancia e imponiendo sanciones. Durante los últimos meses, el organismo ha dado un paso más, instalando señales de prohibido aparcar e, incluso, colocando mojones para que los conductores más osados desistan en su propósito de vulnerar las normas. Ante las restricciones, los ayuntamientos se ven forzados a echar mano de las leira párking para ofrecer alternativas a los bañistas.

Son varias las Administraciones locales que han iniciado la búsqueda de parcelas susceptibles de alquilar a sus dueños, o de conseguir mediante cesiones gratuitas, para habilitar como estacionamientos cuando arranque la temporada de playa. Una de ellas es la de Porto do Son, cuyo alcalde, Luis Oujo, explica que se realizan gestiones para conseguir espacios próximos a las playas de Queiruga, Espiñeirido, Ornanda y Aguieira. En este último arenal parece que sí va a ser posible lograr una finca en la que, calcula el mandatario, podrían dejarse más de 200 automóviles.

Explica Luis Oujo que una de las sugerencias que efectúa el Concello a los propietarios con terrenos estratégicamente ubicadas es la posibilidad de que ellos las adecúen y cobren una cuantía a los usuarios por la ocupación. Sin embargo, por ahora no parece haber ninguno dispuesto.

Hace tiempo que el Concello de Carnota intenta poner coto a la avalancha de vehículos y caravanas a sus playas. El regidor, Ramón Noceda, hace referencia a un proyecto cuya tramitación inició hace dos años y se queja de las dificultades para conseguir los fondos necesarios, unos 260.000 euros.

Afirma que la actuación consiste en el adecentamiento del campo de fútbol de Lariño, que lleva años en desuso: «Temos os permisos de Costas e da Xunta. A nosa intención é crear un espazo de lecer, con servizos tamén para caravanas. Deste xeito evitaríamos que os vehículos accederan ás dunas».

En el arenal de Boca do Río, el Concello sí ha conseguido acuerdos con cuatro propietarios para el arrendamiento de parcelas.

Pocas alternativas

Menos opciones tiene el Ayuntamiento boirense, según explica su alcalde, Juan José Dieste, quien comenta que en los lugares en los que sería conveniente disponer de espacios para aparcar es necesario contar con las autorizaciones de Costas.

Dieste señala que, donde se ha podido, la Administración local ya se ha encargado de ofrecer alternativas a los usuarios.

Donde no tienen que buscar nuevos terrenos es en Rianxo, cuyo regidor, Adolfo Muíños, precisa: «Nós xa levamos anos contando con fincas no verán para o aparcamento. Non imos buscar máis a raíz das restricións de Costas». Entre los arenales en los que se habilitan terrenos están los de Tanxil, A Torre, As Cunchas, O Pazo o Porrón.

El alcalde rianxeiro indica que, en muchos casos, alcanzan acuerdos con los titulares para que cedan la parcela a cambio de que el Concello la desbroce.

En Ribeira tampoco son ajenos al problema de la proliferación de vehículos en las áreas de baño. Uno de los lugares conflictivos es A Ladeira que, además, tiene la limitación añadida de encontrarse en un parque natural. Para incrementar la superficie destinada a dejar los coches, el Ayuntamiento, señala Manuel Ruiz, baraja la posibilidad de efectuar cambios de direcciones circulatorias y, de esta forma, ganar una franja de terreno que podría destinarse a los usuarios de la playa. Asimismo, el mandatario ribeirense precisa que se están buscando otras alternativas, aunque reconoce que no es una tarea sencilla.

Tampoco es fácil resolver el caso de tráfico que cada año se repite en O Vilar. Manuel Ruiz comenta que, en este caso, el Concello carece de margen de maniobra. Explica que la única opción es la barajada en su día, consistente en que la comunidad de montes adecentara una parcela. Se trata de un antiguo proyecto que, por unas circunstancias u otras, nunca ha logrado materializarse.

Lo cierto es que la búsqueda de leira párking es cada vez más complicada. La mejora de las comunicaciones viarias ha motivado que cada vez sea mayor el número de personas que acuden a los arenales de la comarca. Muchos visitantes ponen en valor, precisamente, el hecho de que son playas prácticamente vírgenes y, entre otras cosas, ello implica que deben aceptarse algunas limitaciones.