Las plantas de Muros, Porto do Son y Noia participan en un estudio de la Universidade de Vigo y el CSIC
14 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El muestreo realizado en 11 estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) de Galicia ha resultado representativo de la evolución de la pandemia de covid-19 en la comunidad autónoma. Esta es la principal conclusión, tras un año de estudio, del proyecto DIMCoVAR, que llevan a cabo investigadores de la Universidade de Vigo y del CSIC, en colaboración con la empresa Geseco. El análisis de las muestras tomadas en estas plantas, entre las que se incluyen las de Muros, Porto do Son y Noia, ha confirmado la tesis inicial del estudio: es posible detectar la presencia de restos del virus y anticipar la aparición de nuevos brotes.
Claudio Cameselle, docente e investigador del grupo BiotecnIA (Biotecnología Industrial e Ingeniería Ambiental) de la Universidade de Vigo, señala que esta metodología se ha mostrado como una herramienta eficaz para el descubrimiento precoz de focos de covid-19: «Puidemos ver como as concentracións de material xenético do virus nas depuradoras se detectan con entre sete e dez días de antelación á confirmación de novos casos a través das PCR. A análise da presenza do virus nas augas residuais serviría como alerta temperá de novos brotes, viuse moi claramente en decembro. A principios de mes comezaron a relaxarse as restricións en Galicia e nós xa a mediados de decembro observamos como comezou a aumentar a concentración de virus en todas as EDAR. E xa vimos o que ocorreu a partir de xaneiro coa terceira onda».
Para el desarrollo del proyecto, se seleccionaron 11 instalaciones distribuidas de norte a sur de Galicia, en zonas con distintos niveles de población, con diferentes sistemas y tecnologías de depuración, y en las que no hubiese entrada de aguas procedentes de grandes hospitales, con el fin de evitar interferencias externas. Semanalmente se recogen y analizan las muestras y los resultados se envían a las autoridades sanitarias, con el objetivo de que se adopten medidas de contención si aparecen indicios de nuevos brotes: «As concentracións do virus son variables dunhas plantas a outras, pero correspóndense coa evolución da pandemia en Galicia».
Los últimos datos recabados, entre finales de marzo y principios de abril, apuntan a una situación de estabilidad en el conjunto del territorio gallego, y los niveles de carga genética del covid se sitúan entre 1.000 y 20.000 copias por litro.
Situación en Barbanza
Aunque el territorio barbanzano se encuentra inmerso en plena cuarta ola de la pandemia, los datos recogidos en las depuradoras también reflejan una situación de estabilidad, algo que tiene que ver con la ubicación de las plantas incluidas en el estudio, en municipios que se encuentran en un momento de relativa tranquilidad: «Segundo as últimas análises, en Barbanza non hai unha concentración importante de virus, pero si que se detectaron con anterioridade, sobre todo en Porto do Son, que en febreiro si rexistrou niveles importantes». Esta afirmación coincide con el brote que llevó a Sanidade a incrementar las restricciones en el término sonense elevándolo al nivel alto de riesgo a principios de marzo.
Sobre qué concentración de carga genética del virus se considera un nivel seguro, Claudio Cameselle precisó que, aunque por debajo de 1.000 copias por litro puede considerarse que el riesgo es bajo, «é difícil establecer un valor porque poden influír aspectos como un incremento puntual da poboación pola chegada de visitantes ou se choveu ou o sistema de depuración de cada EDAR. En bruto non se podería dicir cal é o nivel de seguridade, pero o realmente importante é ver a evolución e se se mantén no tempo, iso é o que nos dá unha idea de se os contaxios retroceden ou se expanden».
O número de casos e a concentración do virus está caendo, pero non chegou a cero, o que quere dicir que o covid segue circulando»
Por eso, aunque en términos generales en estos momentos la presencia del virus en las plantas de tratamiento no es demasiado elevada, los investigadores que participan en el proyecto, con Cameselle a la cabeza, abogan por no relajarse porque el peligro de nuevos e importantes brotes está latente: «En termos xerais, o número de casos e a concentración do virus está caendo, pero non chegou a cero, o que quere dicir que o covid segue circulando e que aínda hai un número substancial de persoas que están infectadas, co cal o risco de rebrotes é importante». En los meses de verano, cuando se logró contener la primera ola de la pandemia, los análisis apenas detectaban carga genética del virus salvo algún foco puntual, pero eso no se ha repetido en marzo: «A situación naquel momento era moito mellor que agora».
El futuro
La otra pata del estudio la llevan los grupos de investigación de Inmunología Genómica e Ingeniería de Procesos del CSIC, desde donde Beatriz Novoa explica en qué punto se encuentra el trabajo del grupo de Inmunología: «Ahora estamos trabajando en secuenciar los virus que detectamos, pero esto es bastante difícil porque el covid está roto y degradado en las aguas residuales. Con todo, pensamos que es una buena herramienta para identificar las mutaciones y variantes que están circulando».
El proyecto DIMCoVAR tiene fecha de finalización el 31 de mayo, aunque sus impulsores esperan poder darle continuidad: «Estamos intentando conseguir financiamento para mantelo ata final de ano. É unha ferramenta interesante, e co ritmo actual posiblemente non consigamos ter un nivel de vacinación elevado ata despois do verán, polo tanto, sería interesante seguir facendo un seguimento da situación cando menos ata finais do 2021».
