Críticas

Estevo Silva Piñeiro SOSPECHOSO HABITUAL

BOIRO

15 sep 2019 . Actualizado a las 23:25 h.

Esta semana, para rematar ya con el tema estival hasta dentro de un ciclo solar, me gustaría hablar de un asunto que circuló por Boiro a propósito de una despiadada crítica sobre un local en una reconocida web de viajes y hoteles.

Se conoce que a alguien muy especial le molestó el ambiente que se encontró en dicho espacio. Permítanme que les cite alguna de las chorradas que dice: «El ambiente horrible (…) gente de la mar, trabajadoras de la conserva, gordos, colorados, brutos como arados (…) todos con camisetas y zapatillas de deporte, barbudos y de aspecto muy gañán».

Yo soy cliente de ese lugar, y les puedo decir que sí, que igual me sobran unos kilos. Procuro ir aseado siempre aunque me encante vestir camiseta y deportivas. Lo que soy no lo cambian unos náuticos ni un polo con banderita. Mas el personaje continúa: «Lleno por la noche de gente que parecen criadores de una granja de cerdos o marineros recién llegados del barco sin haberse cambiado».

Pues puestos a soltar memeces, los imagino a ustedes altivos y engominados. Quizá esperaban alfombras rojas por honrarnos con su presencia de rancio abolengo en nuestra humilde comarca de feos y feas. Esa forma de hablar de nuestra orgullosa clase trabajadora solo puede pertenecer a un necio clasista. Alguien que palidece de envidia al ver a estos gordos y barbudos marineros, a estas trabajadoras de la conserva, vivir donde ellos quisieran y, por si fuera poco, pasar un rato de ocio en un sitio agradable, en lugar de quedarnos escondidos en casa comiendo pan con chorizo.

Finalmente, la web eliminó este comentario hediondo.