El as en la manga de la cantera boirense se llama Carlos García

a. parada

BOIRO

MARCOS CREO

El joven receptor, que probará su valía con la selección, forma parte de la generación que levantó el título nacional

20 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Retrocedamos en el tiempo un puñado de años; por ejemplo, cinco. En los pasillos del colegio Santa Baia de Boiro tres chicos conversan animados sobre deporte. Contra todo pronóstico, no hablan de fútbol, sino de la disciplina que forjó su amistad, codo con codo, ante una red. A dos de ellos puede que ya los conozcan, pero el protagonista de esta historia también dará mucho que hablar en las próximas fechas. Carlos García Ordóñez (Boiro, 2003) es el tercer representante de la cantera del Club Boiro Voleibol sobre el que la selección española ha posado su vista.

Al igual que Jaime Arjones y Martín Casais, el joven receptor pertenece a la generación de cadetes del bloque Jealsa que el pasado junio se proclamó campeona de España en Castellón. Y siguiendo la misma estela, también se ganó a pulso el mérito de entrenar y competir con el primer equipo de la entidad, el Rotogal Boiro de Superliga 2.

Esta es la carta de presentación que llevará a Carlos García a reencontrarse con sus dos amigos en una concentración con el combinado nacional en Palencia, en un regalo de Navidad que podrá abrir el día 26. A partir de entonces, esta promesa juvenil lo dará todo para ganarse su sitio en el conjunto que representará a España en el campeonato internacional Wevza, que se librará en la misma ciudad del 4 al 8 de enero. Por ello, García tiene clarísimo que «no, no quiero pasar el fin de año en Boiro».

Una clara promesa

«Me pilló por sorpresa y quizás no esperaba que los seleccionadores se fijasen en mi, pero es una gran oportunidad y una recompensa a los entrenamientos y al trabajo que el club ha invertido en mi», explicó aquel boirense que empezó jugando de central en su etapa como infantil, para encontrar su posición natural como receptor: «Me siento cómodo y una pieza importante del equipo en la pista».

Bajo la filosofía que el técnico Adrián Alves impartió a aquel bloque, Carlos García empezó a prepararse con el Rotogal el año pasado en algunas sesiones, doblando el trabajo con los cadetes, claro. «En el primer entrenamiento me puse algo nervioso, los ataques eran más fuertes y la pelota iba más rápido, pero todo esto me ha servido para sentirme más preparado para afrontar el reto con la selección», analizó, señalando el lujo que supone entrenarse al lado de los talentos locales y de los nuevos internacionales, como Giraldo, Negrón o Moreno: «Puede que esta liga sea poco para ellos, pero a nosotros nos dan un plus de calidad».

A Carlos García le chirría escuchar de su quinta términos como trío de ases, ya que recuerda que en la cantera hay como mínimo un póker con el cuarto de los amigos, Alan. Y entre los sueños del receptor está librar el Wevza, pero también el hogar y ser titular algún día con un Rotogal de primera división: «Quiero agradecérselo todo al club, a Adrián [Alves] a Emilio [Palacio] por la oportunidad que me han dado».