La falta de personal impide a varios concellos presentar los presupuestos

a. lorenzo / sande / alvite RIBEIRA / LA VOZ

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Mazaricos y Lousame ya asumen que no podrán aprobar este año las cuentas del 2018

25 oct 2017 . Actualizado a las 12:59 h.

Elaborar los presupuestos no es tarea fácil para ningún ayuntamiento, pero la tramitación se complica todavía más si falta el personal cualificado para poder redactarlos. Esto es lo que sucede este año en parte de los concellos de la comarca, algunos de los cuales ya anuncian que no podrán tenerlos listos para que entren en vigor el 1 de enero del 2018, y que incluso ven difícil hacerlo en el primer trimestre del próximo año.

Mazaricos es uno de los municipios que siempre hacía los deberes y antes de que llegase el 31 de diciembre ya tenía tramitadas y aprobadas las cuentas para el siguiente ejercicio. Sin embargo, el traslado de su interventor a Ribeira ha dejado el puesto vacante, y solo se cubre parcialmente con una sustituta que viene algunos días desde Muxía. Por este motivo, el alcalde, Juan José Blanco, ya ha asumido que los presupuestos del 2018 tendrán que esperar todavía varios meses para ser sometidos a votación.

En igual situación se encuentran en Lousame, donde está sin cubrir la plaza de secretaria municipal desde junio del 2015, lo que ha provocado que en los dos últimos ejercicios se haya retrasado considerablemente la puesta en práctica de las cuentas. De hecho, los presupuestos de este 2017 se sacaron adelante hace apenas dos meses. «Ata que non se incorpore unha persoa á secretaría, o Concello non ten capacidade para volver á regularidade de antes», apuntan desde el Ayuntamiento, que centra todos sus esfuerzos en cumplir los plazos de presentación de las cuentas generales y el pago a proveedores, «con toda a documentación que se esixe, pero non hai tempo material para ir presentando os orzamentos».

En Carnota también sucede algo parecido y apenas han tenido capacidad de actuación para iniciar la tramitación de las cuentas del 2018, con lo cual ya no creen que puedan presentarlas antes del próximo 31 de diciembre.

Dos ejercicios prorrogados

Otro tanto de lo mismo ocurre en Muros, aunque aquí se le añade un problema a mayores, ya que el equipo de preside María Xosé Alfonso gobierna en minoría y no ha contado hasta el momento con el respaldo del resto de la corporación para sacar adelante sus cuentas. De hecho, es el único concello que lleva dos años con ellas prorrogadas, y todo apunta a que seguirá así en el 2018.

También están en inferioridad en los gobiernos locales de Rianxo y A Pobra, donde han tenido que trabajar este ejercicio con los presupuestos del anterior, aunque ambos regidores reconocen que su intención es dedicar las próximas semanas a negociar las cuentas y poder contar con un nuevo documento presupuestario para el 2018. Adolfo Muíños apuntó que su pretensión es que «sexan consensuados e para iso tentaremos dedicar estes dous meses a debatelos», dijo, al mismo tiempo que también reconoció que andan escasos de personal y que el poco que tiene está ocupado la mayor parte de su tiempo «cumprindo as esixencias de Facenda. Teñen que traballar máis para Madrid que para o Concello».

El alcalde pobrense, Xosé Lois Piñeiro, compartió totalmente las quejas de Muíños sobre esta excesiva carga laboral que tienen los ayuntamientos para rendir cuentas al Gobierno. Él y su equipo intentaron hasta hace unas semanas aprobar los presupuestos para este ejercicio, pero la negativa de la oposición hizo que se hayan centrado ya en preparar los del 2018, «que tentaremos levalos para a súa aprobación ao pleno de novembro», señaló.