Enrique Riomayor: «Estamos moito máis animados e esperamos volver á casa canto antes para estar coa familia»

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

cedida

El vecino de Muros, junto a otros compañeros de trabajo, intenta salir de Sudáfrica

24 ago 2020 . Actualizado a las 20:24 h.

La pandemia del coronavirus cogió a numerosos trabajadores con el pie cambiado y sorprendió a muchos en el extranjero, que todavía siguen fuera de sus hogares y buscando la posibilidad de regresar cuanto antes a sus hogares. Es el caso de un grupo de 24 gallegos que trabajan para una empresa que instala parques eólicos y que se encuentran atrapados en Sudáfrica. No pueden abandonar el país porque no hay vuelos. Entre los afectados hay cuatro de Muros.

La pandemia los cogió trabajando en este país africano y desde hace varios días están confinados muy cerca del aeropuerto de la capital. Temían que podrían pasar varios meses antes de regresar a España porque les habían comentado que no estaban operando aviones.

El muradano Enrique Riomayor señaló que recibieron una notificación de la embajada española en Pretoria en la que les anunciaba que el gobierno sudafricano había dado «por fin», luz verde a los vuelos europeos de repatriación, que empiezan a operar estos días.

Instrucciones del consulado

Este trabajador comentó que los funcionarios les rogaban a todos los españoles no residentes que estuviesen pendientes de sus informaciones y que sigan las instrucciones del consulado de la Ciudad del Cabo y de la embajada en Pretoria.

En la nota le insisten en que «tenemos sus datos y les contactaremos cuando nos indiquen la disponibilidad de plazas». El muradano comentó que tras recibir la noticia «estamos moito máis animados e esperamos volver á casa canto antes para estar coa familia pois o que estamos a pasar é duro».

En este confinamiento le acompañan también sus vecinos Jacobo Nine, Francisco Piñeiro y Enrique Oliveira. Riomayor agradeció la labor de las autoridades españolas y también la mediación de la alcaldesa de Muros y de la Xunta de Galicia que en todo momento «están en contacto permanente con nós».

Pero la ilusión y la esperanza de este muradano no es compartida por su esposa, Aldara Fernández. La mujer reconoció que está cansada y agotada de tantas promesas y de tanto esperar. «Ata que os vexa na casa, non vou estar tranquila. Levan dúas semanas dicindo que veñen xa, pero de momento seguen atrapados nese país». La mujer, que vive en Esteiro, indicó que el anuncio de la embajada no es ningún alivio ni «unha alegría. Que os traian xa».