«Metemos la merca y se la damos»

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

MUROS

Mandos de Vigilancia Aduanera y de la Policía Nacional en el puerto de Vigo el día que se descargó el alijo incautado. Satórum, arriba a la derecha.
Mandos de Vigilancia Aduanera y de la Policía Nacional en el puerto de Vigo el día que se descargó el alijo incautado. Satórum, arriba a la derecha.

Las escuchas a Santórum suponen un tutorial de organización criminal que no solo lo incriminan en la descarga de 3.824 kilos de cocaína por Baiona y Muros

09 oct 2020 . Actualizado a las 22:29 h.

Juan Carlos Santórum se sitúa a sí mismo liderando la operativa necesaria para salir a buscar, el 25 de abril a 60 millas de la ría de Arousa, 3.824 kilos de cocaína a bordo del buque MV Karar. Su incontinencia verbal supone su mayor pecado procesal. Una catarata de explicaciones y detalles que, ya contextualizadas en la causa del Juzgado número 3 de Vigo y la Fiscalía Antidroga de Pontevedra, supone un completo tutorial sobre gestión de organizaciones criminales con dos ramas diferenciadas. Una, la principal, dedicada al transporte marítimo y descarga de grandes portes; la otra se ocuparía de la distribución en coche de «chollos» [kilos] hasta Madrid. 

Logística en tierra

Seis naves. Santórum expone a un colaborador las bondades de semejante despliegue para almacenar lanchas rápidas o esconderse, a la vez que lamenta su elevado coste: 

-Tenemos un montón de ellas por ahí adelante, ahora íbamos a marchar para allá, entiendes, aquí dejábamos todo ya, iba a mantener una por si tienes una apurada y tiras para ahí y la metes dentro. Pero naves hay, son un montón de pagos al mes. Allá, en la de Meloxo [O Grove], 1.350 [euros]. Es una mierda pero vale para eso, meter allí y saltar fuera. Hay que pagar de tres en tres meses, por adelantado, más aún encima la mierda de leyes estas, entiendes, hay que escapar de aquí. 

Parte marítima

Lanchas a Baiona y Muros. Santórum cantó por soleares igualmente al concretar los preparativos para adentrarse en el Atlántico y regresar con el botín a tierra. La planeadora Salida tendría que haber descargado una parte del alijo al sur de Vigo: 

-Casi mejor tirar para Baiona, si hay un sitio en Baiona tirar para Baiona, tiramos allí, metemos la merca y se la damos a los otros allí dentro [en posible referencia a una nave bajo su control en Tomiño, a 28 kilómetros]. Y el coche casi es mejor dejárselo a alguien con los papeles y que tire para Madrid, o para cualquier lado, para despistarlos [sostenía que el turismo tenía una baliza que marcaba su posición a los investigadores].

La segunda planeadora, Abusadora, navegaría más al norte, hasta la ría de Muros-Noia. A su parte interior, en Esteiro, en algún punto con cueva en el monte ya elegido previamente.

-Si hubiera que sacar algo yo os tiro allí lo que pueda si hubiera problemas y yo no tuviera comunicación con vosotros ¿sabes? En la pequeña [Abusadora] salgo yo y os la echo allí, os tiro allí y salgo para afuera. Si hay un problema, si hubiera un problema por cualquier cosa, ¿sabes?, si a última hora hay que zafar, zafamos allí ¿vale?

Santórum incluso valoró la posibilidad de añadir un extra a la lancha para hacer más placentera la singladura:

-Tener una neverita y cargarle cervezas. Buscar una de esas de doce voltios [le dice a otro investigado].

También reconoció, a su manera, la confianza que le generaban sus dos planeadoras favoritas, Abusadora y Salida:

-Mimá, hay herramienta a monte, para echar 1000 y 2000 [kilos]. Va a ir cargadita hasta las orejas. Hay que ir con las dos juntas…. 60 millas bien las hay [hasta el encuentro en el Atlántico]. 

CONTRAVIGILANCIA

En Ribeira y Marín. La investigación compartida del Cuerpo Nacional de Policía y del Servicio de Vigilancia Aduanera constató, días antes de abordar el buque MV Karar, hasta qué punto eran precavidos Santórum y los suyos. Lo cuenta el presunto cabecilla: 

-Tienen un barquito pequeñito [la Guardia Civil]. Sale de Marín y Ribeira, hay que controlarlo. Ribeira hay que controlarlo porque eses, cuando salen de noche, hay veces que marchan para Ribeira. Hay que vigilarla para ver donde está, ¿entiendes? A ver si salió, si está dentro o fuera [del puerto]. Hay que contar que sale todos los días.

Venta al kilo

Un aduanero de comercial. El marcaje a Santórum supuso un libro abierto para llegar a Pablo Suárez, el hombre llamado a despachar los kilos de cocaína que le proporcionaría el líder. Suárez, ya detenido y en prisión desde junio, es funcionario del Servicio de Vigilancia Aduanera destinado en Vilagarcía. Cayó en Madrid con cinco kilos de cocaína y 370.000 euros junto a un ciudadano colombiano, también arrestado e igualmente implicado con el alijo del MV Karar. Los investigadores, registrando su piso, encontraron un teléfono móvil cuyo número se comunicó con otro celular que viajaba en el buque. Ya en primavera, detalla Santórum a un colaborador, Suárez se libró de acabar en prisión por otra remesa de kilos. Ocurrió al toparse un control de carretera durante el estado de alarma por el covid-19: 

-Fue este [dice Santórum por Suárez] a llevar cuatro chollos [kilos] ahora a Madrid y saliendo para fuera ya le echaron la mano y lo tiraron al suelo: ‘‘Vaya susto, tío, me tiraron al suelo, documentación, y porque no llevaba mascarilla''. Ayer le llevó cinco [kilos] y hoy le llevó cuatro. Ya le querían devolver tres, estaba cobrándole poco y ya le dije véndelos más baratos, pero véndelos [risas]. Quítale 2.000 euros. Ya casi están todos vendidos, salieron esos nueve, por no ir a coger a otro lado que estaba un poco más lejos. Si los entrega ahí ya los vende, sino tienen que ir a buscar unos que tienen ahí en otro lado.

Santórum incluso muestra su perplejidad por lo que parece un negocio de ganancias sobredimensionadas. El motivo sería la venta de otra remesa de droga en sus manos, desconocida hasta ese momento:

-Lexus [sello de una partida de coca] a treinta y cuatro y medio [34.500 euros el kilo, cuando en las Rías Baixas, hace años, no sube de 30.000]. Yo quedé flipado, a treinta y cuatro... 

Más proyectos

Encargo para Navidad. Santórum recibió, a pocos días del abordaje del MV Karar, el encargo de otra descarga. Le aseguran que «si todo va bien y tal y cual, para Navidad tenemos otra, y otra firme…». En esta ocasión la faena sería más allá del río Miño, en Portugal, el país amigo. Sobre todo para la actividad del narco. La respuesta de Santórum habla por sí sola, y lo retrata: 

-En Portugal podemos echar lo que queramos, mil, dos mil. Hay por donde echar, en Portugal echamos porque están los otros todos allí, podemos echar mitad abajo, en Faro, y después subimos un poco más y echamos la otra mitad, ¿entiendes?. Echamos la mitad en los barquitos de pesca y echamos la otra mitad en las lanchas… un fin de semana».