Segunda oportunidad para el Tamara noiés

M. X. B. RIBEIRA

NOIA

El antiguo bar del Curro ha reabierto sus puertas de la mano de Rafael García, Guerrero, Eva Sabrojo y Marcos Creo

16 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay locales hosteleros que contribuyen a forjar la historia de un pueblo y, quizás por ello, deberían ser inmortales. En Noia, seguro que son muchos los vecinos que recuerdan el Tamara, un antiguo bar que cerró sus puertas en la década de los 80. Pese a que el local, situado en O Curro, dio cabida después a otro tipo de negocios relacionados con el sector comercial, siguió impregnado de las amenas conversaciones que siempre encierran las paredes de una cafetería. Fue por ello el espacio elegido por tres emprendedores de la villa para poner en marcha su aventura empresarial compartida.

El bar Tamara reabría sus puertas hace unos días, conservando el nombre, pero ampliando su oferta. Es, además de una cafetería, una vinoteca que regala a los paladares más exigentes una amplia gama de caldos de diferentes denominaciones de origen. Al frente del negocio se encuentran Rafael García Guerrero, que compatibilizará la hostelería con el ultramarinos que regenta en la localidad; su mujer, Eva Sabrojo; y Marcos Creo, un apasionado de la fotografía que ya en el pasado probó suerte detrás de la barra, en el Fina Stampa, y se ve que quedó enganchado.

Antiguo mural

El renovado Tamara aspira a ser punto de encuentro de diferentes generaciones y a dar cabida a un público variado, que tiene a su disposición tanto la parte interior como una terraza cubierta por los majestuosos soportales de O Curro. Si el exterior está repleto de historia, el interior no tiene nada que envidiarle. Y es que durante las obras de reforma del local apareció, detrás del pladur, un mural que Avelino Ageitos había pintado en el bar primitivo.

Ni qué decir tiene que los nuevos propietarios decidieron recuperar dicha obra y convertirla en una de las señas de identidad del establecimiento. Se trata de una escena marinera que fue pintada en su juventud por el artista noiés ahora conocido por sus grandiosas maquetas de emblemáticos edificios.

Comentan en Noia que el nuevo Tamara es un hervidero y que va camino de convertirse en un local hostelero de referencia en la villa medieval. Que así sea.