El albañil de Outes que construye grandes obras a pequeña escala

Laura Ríos / m. x. b. RIBEIRA / LA VOZ

OUTES

CARMELA QUEIJEIRO

Convirtió en maquetas la catedral de Santiago y la iglesia de San Tirso de Cando

21 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El artista Manuel Paz (Pontenafonso, 1961) expone su maqueta de la iglesia parroquial de San Tirso de Cando en el Liceo de Noia. La obra lleva casi un año en la sede de la entidad y su creador afirma que dentro de un tiempo será exhibida en la casa consistorial de Outes a petición del propio alcalde.

La pasión por las maquetas de este outiense no es algo reciente, sino que viene desde su más tierna infancia, cuando empezó a elaborar pequeñas figuras de arcilla. El artista cuenta que «a primeira vez que fixen unha delas foi aos 10 anos» y agrega que «fixera un cabalo de arxila». Del mismo modo, dice que lleva toda la vida utilizando materiales naturales para la realización de estas piezas y considera que cuidar con esmero cada detalle hecho a mano es muy importante: «Non me gustan os materiais sintéticos, non compro nin as tellas, porque o bonito é facelas á man unha a unha».

Aunque el artesano utilice pequeñas máquinas con las que dar forma a sus creaciones, lo cierto es que cada una de ellas puede conllevar meses de trabajo. A este respecto, el maquetista asegura que la reproducción de la iglesia parroquial de San Tirso le supuso tres años de dedicación y que la pieza fue acabada durante los meses del confinamiento. Reflexionando sobre el tiempo invertido en cada una de sus obras, el autor reconoce que la pieza que está expuesta en el Liceo de Noia le ha llevado más de 600 horas. Pero el récord lo tiene la maquete de la catedral de Santiago de Compostela, que hace seis años también fue exhibida en el edificio noiés, pues le ocupó entre 1.200 y 1.500 horas.

Aunque el autor dedique gran parte de su vida a la producción de este tipo de construcciones en miniatura, compagina su pasión con el trabajo de albañil. El artista señala que la venta de sus maquetas no le daría para vivir y que lo que le pagan por cada una de sus creaciones es relativamente poco.

Diferentes destinos

Pese a su discreción, el artista es muy valorado tanto dentro como fuera de la comarca y sus obras han llegado a cruzar el océano Atlántico en dirección a América latina. También señala que varios vecinos y familiares han comprado maquetas para llevarlas a otros destinos, como Carballo, Lugo o Londres.

Para llevar a cabo sus obras, el artesano dibuja rápidamente aquello que quiere reflejar en la maqueta. A veces, el outiense decide optar por una fotografía detallada del edificio a partir de la cual ir dando cuerpo a su obra. En este sentido, explica que «para a catedral de Santiago collín como punto de partida unha instantánea a escala». Tras esto, empieza a darle forma a la estructura final a través de la realización de una base de madera. Sobre dichas cimientos, va colocando cada una de las piezas hechas a mano previamente.

Manuel Paz asegura que no ha recibido formación artística reglada y que sus creaciones le salen del interior forma natural: «Non fun estudar Belas Artes nin nada, non houbo ninguén que me ensinara as técnicas». De la misma manera, admite que es un admirador del arte de tradición clásica. Para él, viajar a países como Italia o Grecia significa maravillarse con sus imponentes estructuras arquitectónicas.

Lo más importante de su faceta de artista no son las compensaciones económicas o los halagos que recibe cuando exhibe sus piezas. Paz se dibuja a sí mismo como un apasionado del arte al que los medios o la fama no le llaman especialmente la atención. De esta manera, cuenta que lo más grato de esta afición que tiene desde que era niño no es otra que poder ver el resultado final después de un largo período de dedicación: «O mellor é que quedas satisfeito contigo mesmo. Eu fágoo porque me gusta a min, non por presumir diante dos demais».