El experto en ciberseguridad Borja Soto en Porto do Son: «Vivimos en la era de la desinformación, hay demasiada y es abrumadora»

De Móstoles a Porto do Son. No es el título de una comedia española, sino el trayecto que emprendió el experto en ciberseguridad Borja Soto (Móstoles, 1995). Durante 15 días, se levantaba bien temprano para acudir al vivero de empresas del municipio sonense. Allí tenía dos tareas principales: impartir formaciones a comerciantes y ciudadanos de Porto do Son y teletrabajar para Ineco, compañía de ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Esta iniciativa forma parte del programa Ineco Rural TIC. Como Borja, otros ocho profesionales de esta ingeniería han cambiado las grandes urbes por un total de cinco concellos de Galicia de menos de 10.000 habitantes.

«Ha sido muy gratificante, no solo por el aprendizaje que me llevo a nivel personal, sino por todo lo que me ha enseñado la gente», resume Soto, que ha tratado de que en sus clases, repartidas en un módulo económico y otro social —siempre con la digitalización como premisa clave—, el conocimiento circule de forma bidireccional.

El vivero de empresas combinó enseñanzas tradicionales, casi ancestrales, como un taller sobre restauración de redes de pesca, con las clases de Borja. De los secretos de las mallas de los pescadores a los trucos de la aplicación de Google business.

Primeros pasos en la red

Pero, ¿qué aprendieron los comerciantes de Porto do Son? Principalmente, a tener una hoja de ruta entre la vorágine que supone internet. «Vivimos en la era de la desinformación, hay demasiada y es abrumadora. He intentado que la gente que no tenía visibilidad en la red priorizase tareas», resume el mostoleño, que atendió a cinco comerciantes de la zona y a cerca de 30 vecinos del municipio.

Los inicios casi nunca son sencillos. Tampoco en internet. Por ello, Borja ejerció de guía. Los participantes sonenses crearon sus propias páginas web (sencillas y de fácil manejo), aprendieron métodos de márketing por correo electrónico y el recurrente posicionamiento SEO. También, cómo no, conocieron trucos para mantener al alza las reseñas, el nuevo oráculo de los miles de turistas que llegan cada verano a Barbanza.

Las formaciones de ámbito social se centraron en guiar a los vecinos de O Son en trámites que, cada vez más, se agilizan considerablemente si se formalizan a través de internet. Borja Soto enumeró sus enseñanzas en dos semanas en las que fue un barbanzano más: «Dimos talleres adaptados a las necesidades de los usuarios. Impartimos formaciones de seguridad en red, compras en línea, tramitación de gestiones con las administraciones públicas que se pueden hacer de forma remota, banca digital...».

Para Borja, su periplo en Porto do Son ha significado su primera estancia en Galicia. «La zona es una pasada. Me recomendaron sitios para hacer turismo. Me gustaría venir en otra época del año», reconoce el experto en ciberseguridad. El tiempo no acompañó del todo, aunque hubo hueco en su agenda para disfrutar de los atractivos de Porto do Son.

Otra ronda

Desde el Concello señalan que esta primera experiencia ha sido satisfactoria y ya han transmitido su intención de que la iniciativa se repita en el futuro. «La gente quedó encantada», remarcan desde el gobierno local.

Borja Soto también tratará de volver cuando pueda, aunque no tendrá que ser necesariamente para enseñarles más fundamentos básicos a los vecinos Porto do Son, sino para conocer mejor todos sus encantos.

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