Los hermanos golpean mejor juntos

S. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

CARMELA QUEIJEIRO

A sus 8 y 14 años, se coronaron en el último torneo celebrado en el campo de Moimenta

04 ene 2021 . Actualizado a las 19:10 h.

Era cuestión de tiempo que Jorge y Martín Docabo acabasen enganchados al golf. La responsable, su madre, Rocío Villanustre, integrante del equipo del Barbanza Pitch&Putt desde hace casi seis años. Era inevitable que, tras todos los días que la familia pasó en el campo de Moimenta, los críos quisieran probar un deporte que gana adeptos en Barbanza a marchas forzadas.

Lo que no se esperaba ni el más optimista es que los dos iban a sobresalir con tanta fuerza. A sus 14 y 8 años, fueron los nombres más destacados del torneo simultáneo que la federación celebró la pasada semana. El mayor, Jorge, acabó segundo en la clasificación general. El pequeño, Martín, dejó a todos en shock. A sus 8 años se coronó campeón gallego en la modalidad hándicap.

«Tiene algo especial. Tiene una coordinación bárbara. En el fútbol es muy bueno, pero con un palo de golf alucinas», explica el responsable del Barbanza Pitch&Putt, un Alberto Colón que destaca el potencial de dos chavales que no solo se codean con los adultos, sino que también los mandan a la lona: «Están todo el rato jugando, probando cosas nuevas. Los mayores miramos para ellos y alucinamos».

Para Colón, lo ocurrido con los hermanos Docabo es lo que le da fuerza a toda la familia del Barbanza para seguir apostando por la escuela de golf: «Yo creo que llegarán a ser grandes jugadores. Tanto ello como otros niños de la escuela. Se nota que están trabajando muy bien. En este último torneo, los tres primeros en la categoría hándicap fueron niños. Y eso que éramos 80 participantes. Lo que esperamos es que esto les siga gustando, que le rompan la cabeza a sus padres para que vengan al campo».

Uno de los culpables afirma que es Javier Ibarra, entrenador de la academia: «Seguramente sea el mejor profesor de técnica de Galicia. Sus clases son perfectas y los niños tienen menos hábitos adquiridos. Es una pasada ver cómo evolucionan. Al final este es un deporte de concentración y de técnica. Y ellos no la pierden nunca».

Desde casa

La familia Docabo Villalustre siempre ha estado vinculada al deporte. Así lo afirma la madre de los dos pequeños talentos. «Su padre es entrenador en el Unión; su tío, Moncho Roldeiro, jugó durante muchos años al fútbol y ahora es técnico en el Atlético Arousana. Y yo también nadé durante años en los campeonatos gallegos. Siempre hemos estado vinculados al deporte», afirma la rianxeira Rocío Villanustre.

Pero aún así, ninguno en casa esperaba que ambos críos tuviesen tan buen tacto para el golf: «Empecé a trabajar en el campo de Moimenta hace seis años y a raíz de ahí mi marido y el mayor comenzaron a jugar. El pequeño tiene ahora 8 años, pero lleva desde siempre viniendo por allí, paseando, iniciándose un poco. Con 5 años fue cuando empezó a ir solo a clases y a jugar con sus amigos».

Rocío no puede evitarlo, pero le «cae la baba. La verdad es que se les da muy bien. Es una pasada. Al trabajar yo allí pasan las tardes jugando. Todos los niños de la escuela se lo pasan genial. Me quedo con que aprenden valores que son importantes, como respetar al rival. Y también aprenden un montón de números».

Sobre el logro del pequeño, la madre reconoce que «cuando supo que había ganado estuvo saltando por casa. Está feliz de la vida. Que te voy a decir, se nos cae la baba por ambos». Reconoce que lo que le sorprende del más pequeño es que apenas se ponga nervioso: «Es un deporte en el que hay que pensar mucho, pero él hace lo que le toca y punto. Es un niño muy dicharachero. Ambos juegan también al fútbol, pero con la pandemia ahora se dedican más al golf».

El futuro

Lo que tienen claro, tanto los padres como el resto de la familia del golf es que lo importante es que «disfruten, que se lo pasen bien y que se respeten. Lo que hizo el pequeño es una pasada, pero es un niño. El mundo del golf es complicado y quiero que haga lo que desee en un futuro, eso sí, me gustaría que siguiera estudiando», afirma su madre.

Para Colón, que siente a ambos como hijos suyos, lo determinante es que «disfruten de esto como hasta ahora. Si fueran obligados al campo no destacarían». Lo cierto es que los hermanos Jorge y Martín Docabo vienen pisando fuerte. ¿El futuro quién sabe? En el presente ya están dando que hablar.