Unitarias y casas de maestros resurgen como viviendas para personas vulnerables
RIANXO
A los inmuebles para casos de emergencia de Muros y A Pobra se sumarán otros en Ribeira y Boiro, mientras que Rianxo y Outes ofrecerán alquileres sociales
04 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Con unos alquileres con los precios por las nubes y prácticamente sin parque de viviendas en el mercado barbanzano, conseguir un lugar para residir resulta cada vez más complicado. Lo saben bien las áreas de Servizos Sociais de los ayuntamientos e, incluso, organizaciones como Cáritas, volcadas en la ayuda a los más desfavorecidos. Son muchos los ciudadanos a los que sus ingresos mensuales difícilmente les alcanzan para pagar 400 o 500 euros de un arrendamiento y afrontar gastos básicos como electricidad y alimentación. Al mismo tiempo, es frecuente que los concellos atiendan a personas en situaciones de emergencia que, por circunstancias excepcionales precisan una solución habitacional de carácter temporal. En estos casos, lo habitual es que las Administraciones locales busquen alternativa en la red gallega de albergues o, con frecuencia, que paguen un alojamiento en un local hotelero.
Para dar respuesta a ambos tipos de situaciones, ayuntamientos de la comarca vuelven a demostrar su capacidad de buscar alternativas para afrontar las demandas de la sociedad. Lo hacen habilitando casas de acogida o inmuebles en régimen de alquiler social. Para ello echan mano de los recursos inmobiliarios existentes y, en este caso, la opción preferida está siendo la de rehabilitar antiguas unitarias y casas de maestros. Frente al abandono y el deterioro, estas construcciones renacen con nuevos usos.
En Outes acaban de arreglar la que en su día fue una escuela unitaria para ofrecer una alternativa de alquiler social. Explica el alcalde, Manuel González, que consta de tres habitaciones. La ordenanza que regula quienes pueden ser beneficiarias ya está aprobada y solo falta amueblar: «Agardamos que nos primeiros meses do vindeiro ano estea operativa». A medida que se obtengan recursos económicos, el regidor indica que se habilitarán otras.
De uso compartido
Por lo que respecta a Ribeira, pondrá en marcha una vivienda compartida de carácter temporal con cinco plazas. Estará emplazada en una parroquia y, aunque está pendiente la aprobación del reglamento, el objetivo es que pueda servir de alojamiento en circunstancias especiales para un progenitor con hijos o una mujer sola que precise ayuda de carácter puntual. En este caso se tratará de una prestación gratuita.
En Boiro, la consecución de una ayuda permitirá adecuar el que en su día fue alojamiento de un maestro, emplazado en la avenida de Compostela. El Concello ya tramitó ante Educación la reversión de uso para convertir el inmueble en una residencia gratuita y temporal para casos de emergencia social. La idea es ir extendiendo esta fórmula.
Sin coste también son las tres viviendas que ya están operativas en A Pobra. La edila de Servizos Sociais, Amparo Cerecedo, comenta que dos son de uso individual y, la otra, compartido. Al igual que el modelo que pretende implantarse en Ribeira son para uso temporal. Sin embargo, Amparo Cerecedo indica que el Concello va más allá y desea articular una prestación que incluya, en casos especiales, un programa de acompañamiento.
También en Muros disponen desde hace tiempo de un par de alojamientos gratuitos para atender situaciones de emergencia social que están emplazados en una antigua unitaria. El actual gobierno, presidido por María Lago, ya ha dado pasos ante Educación para desafectar un antiguo inmueble de maestros que, en este caso, se habilitaría en régimen de alquiler social para personas con pocos recursos. La regidora indica que necesita un importante arreglo, para lo que buscarán el respaldo económico del Instituto Galego de Vivenda.
Quien ya tiene todo listo para que las antiguas viviendas de los maestros sean arrendadas bajo la categoría de alquiler social es el gobierno de Rianxo. El reglamento se aprobó en el último pleno y el integrante del ejecutivo Julio Alcalde explica que acaban de ser amuebladas. Son ocho viviendas en total y el edil subraya que varias personas han acudido al Concello para interesarse por los requisitos que deben cumplir para ser beneficiarios.