La carpintería Bermo de A Pobra lleva 60 años dedicada a la fabricación de muebles. La restauración constituye otra de las líneas de trabajo de la firma
11 feb 2019 . Actualizado a las 11:15 h.Frente a los muebles listos para montar, la ebanistería Bermo de A Pobra do Caramiñal constituye un ejemplo de que en esta sociedad de la inmediatez la tradición no está reñida con la vanguardia, sino todo lo contrario. Comenzó su andadura hace ya 60 años, de la mano de Demetrio Bermo y, aunque los tiempos han cambiado mucho, la segunda generación continúa con mano firme de la mano de su descendiente Óscar Bermo, quien confía en que su hijo tome las riendas de la tercera en el futuro.
La especialización es la principal herramienta de esta carpintería para mantener una actividad en la que la madera sigue trabajándose con los procedimientos clásicos, pero adaptados a los diseños de las actuales modas. Ninguna propuesta, por rompedora que pueda parecer, es inasumible para estos profesionales: «Se é de madeira, aquí faise», afirma con rotundidad Óscar Bermo.
Explica que, precisamente, ahora están realizando unas puertas sin marco, de un tamaño considerable, propuesta de un arquitecto para una casa en construcción en el municipio de Ribeira: «Van do chan ao teito. Nunca fixeramos algo así. O deseño é innovador, e penso que vai quedar ben».
Óscar Bermo reconoce que la fabricación en cadena y los cambios en los hábitos de consumo han tenido repercusiones sobre talleres como el suyo: su padre tenía una decena de empleados y en la actualidad solo son tres. Sin embargo, este profesional subraya que existe un mercado en auge e, incluso, habla de la necesidad de fomentar la formación entre los jóvenes: «Agora non se priman este tipo de oficios, pero considero que teñen máis saída da que se pensa».
Y es que entre los encargos de la ebanistería, Bermo explica que hay muchos de jóvenes. Vecinos que restauran viviendas familiares o que optan por construir su propia casa y que emplean materiales nobles como la madera, tratada con líneas actuales: «Traballamos todo tipo de madeira, con calquera deseño e acabado».
Versatilidad
Un ejemplo de la versatilidad de esta carpintería de A Pobra es que tanto fabrica un armario empotrado como el mobiliario de los camarotes de un barco o del puente de mando e, incluso, un altar para una iglesia.
Precisamente, este es uno de los encargos que tiene ahora entre manos. El trabajo podrá contemplarse a partir de la primavera en la capilla de A Mercé de A Pobra. El taller realizó con anterioridad obras similares, como un retablo para la iglesia de O Caramiñal o la restauración de unas piezas de madera en la de Palmeira.
La restauración de muebles es otra de las líneas de actividad de la carpintería: «Hai moitas persoas interesadas en recuperar mobles antigos da súa familia. En ocasións queren conservalos, pero dándolles un aire máis actual. Nós asesoramos aos clientes, porque o noso oficio non consiste só en realizar o traballo».
Óscar Bermo creció entre astillas de madera y completó su formación práctica estudiando delineación: «Tes que saber facer un plano, interpretalo». En su oficio, comenta, nunca deja de aprenderse: «Asistimos a cursos de forma periódica para estar ao día. Iso é algo fundamental». Los trabajos en madera pueden tener infinidad de acabados, no existen las reglas estrictas de antaño: «Non hai ningún que non poidamos facer. Temos a vantaxe de que realizamos lacados e de que somos coñecidos pola perfección dos nosos remates. Isto é moi importante».
Lo peor, comenta Óscar Bermo, lo difícil que resulta ser autónomo en los tiempos que corre: «Póñenche moitas zancadas. Os autónomos temos que ser contables e arquitectos. Debemos estar preparados para todo».